¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Creo en los próximos cinco minutos


El próximo 19 de abril se cumplirá un año del fallecimiento del escritor británico nacido en Shangai James Graham BALLARD, que tuvo una vida pintoresca y variada: estudiante de Medicina en Cambridge, piloto de la RAF en Canadá, editor y escritor prolífico. De pequeño, fue internado con su familia en un campo japonés de prisioneros, experiencia que describe en El imperio del sol, que fue llevada luego al cine por Steven Spielberg.

Hay una fuerte crítica en cada una de sus líneas a la sociedad actual y al futuro que nos espera. Sus textos están llenos de sentimientos contradictorios, fiel reflejo del contradictorio mundo que vivimos: unas veces alienta en sus palabras cierta esperanza en el porvenir y en la siguiente línea esa esperanza se trunca en un gesto de resabio o de sarcasmo.

Sólo un maestro es capaz de manejar así la ambigüedad de las palabras y jugar con los sentimientos encontrados en un cocktail literario de extraordinario efecto.

Una de sus creaciones más conocidas es este CREDO personal, que extractamos aquí:


Creo en el poder de la imaginación para rehacer el mundo, para soltar las riendas de la verdad dentro de nosotros, para demorar la noche, para trascender la muerte, para congraciarnos con los pájaros, para ganarnos la confianza de los locos.
(...) 



Creo en la inexistencia del pasado, en la muerte del futuro y en las infinitas posibilidades del presente. 
Creo en los próximos cinco minutos. 
Creo en la historia de mis pies. 
Creo en los dolores de cabeza, en el aburrimiento de los atardeceres, en el miedo de los calendarios, en la traición de los relojes. 
(...)
Creo en la imposibilidad de la existencia, en el humor de las montañas, en el absurdo del electromagnetismo, en la farsa de la geometría, en la crueldad de la aritmética, en el propósito asesino de la lógica.
(...)

Creo en la delicadeza de los bisturíes quirúrgicos ,en la ilimitada geometría de la pantalla de cine, en el universo oculto dentro de los supermercados, en la soledad del sol, en la charlatanería de los planetas, en la repetitividad de nosotros mismos, en la inexistencia del universo y en el aburrimiento del átomo.


Creo en la muerte de las emociones y en el triunfo de la imaginación. 


Creo en todas las excusas 


Creo en todas las razones 
Creo en todas las alucinaciones 
Creo en todas las mitologías, recuerdos, mentiras, fantasías, evasiones 
Creo en el misterio y en la melancolía de una mano, en la gentileza de los árboles, en la sabiduría de la luz.


James Graham BALLARD

Más información en Wikipedia.

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