¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

jueves, 30 de octubre de 2008

Vivimos tiempos de arboledas perdidas


Ayer mismo el terreno (hasta ahora un espacio público a las puertas de un centro educativo) fue vallado con una cerca metálica y ahora las máquinas están procediendo a allanarlo. Se planea contruir allí unas pistas deportivas de pádel.
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Persisten en la zona tres pinos centenarios, que mucho nos tememos que van a sucumbir, como tantos otros, a las palas excavadoras y a la sierra mecánica, porque vivimos tiempos de arboledas perdidas.
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Cada mañana cruza bajo su sombra amable casi un millar de alumnos de secundaria que acuden diariamente al Instituto "Juan Lara", en El Puerto de Santa María (Cádiz, España).
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Me temo que, de desaparecer alguno de estos vetustos ejemplares, a los profesores de ese centro les va a resultar difícil explicar ante los alumnos que su ayuntamiento promueve un desarrollo sostenible, inteligente y respetuoso con el medio. Porque las evidencias gritarían lo contrario con sólo asomarse a las ventanas del aula.
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Quizá si llegasen mañana las excavadoras y las sierras mecánicas habría que estar allí y prestarle voz al árbol y plantarle cara a esa mentalidad ramplona y cutre que sostiene que el progreso y el hormigón son la misma cosa.
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No tenemos constancia de que el proyecto incluya expresamente la eliminación de los árboles, pero nos tememos que el día en que los derriben seguiremos sin tener constancia de ello. Precisamente para evitarlo, agradeceríamos vuestros mensajes, cortésmente redactados, manifestando preocupación por la suerte que puedan correr estos tres pinos piñoneros de troncos centenarios.
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Pueden enviarse a: medioambiente@elpuertosm.es
Muchas gracias.

martes, 28 de octubre de 2008

Fotos sin comentarios


Una amiga bibliotecaria me envía esta foto tan sugestiva y efectista.
Y tal cual la pongo, sin comentarios.

sábado, 25 de octubre de 2008

La profesora Rita Levi-Montalcini, doctora honoris causa


La Universidad Complutense de Madrid celebró el pasado jueves la investidura como doctora honoris causa de la profesora Rita Levi-Montalcini, italiana universal y premio Nobel de Medicina en 1986.

A sus 99 años, Rita Levi-Montalcini dio muestras de una lucidez envidiable y mostró su profunda admiración por la figura del Nobel español Santiago Ramón y Cajal, de cuyos trabajos ella es continuadora. El premio Nobel se le concedió, junto a Stanley Cohen, por el descubrimiento del NGF (Nerve Growth Factor o factor de crecimiento nervioso), una sustancia capaz de estimular el crecimiento del tejido nervioso que tiene un papel clave en el desarrollo embrionario. Lo más admirable probablemente fue que, debido a su condición de judía en aquellos tiempos de la Italia de Mussolini, los inicios de su investigación tuvo que desarrollarlos en un laboratorio clandestino que montó en su propia habitación. Allí cultivaba embriones de pollo que conseguía en las granjas vecinas y allí trabajaba día y noche, junto a su profesor el histólogo y anatomista Giuseppe Levi.

Como alguna vez ha visitado nuestro blog, la queremos felicitar desde aquí: ¡Auguri, Rita! E grazie per il tuo modo, consapevole, entusiastico e vicino, di fare e parlare della scienza.

La nota de prensa que incluye la web de la Universidad Complutense dice textualmente:

"La neuróloga italiana Rita Levi-Montalcini (Turín, 1909), Premio Nobel de Medicina 1986 y senadora vitalicia de la República Italiana, ha sido investida doctora honoris causa por la Universidad Complutense en un solemne acto académico presidido por el rector Carlos Berzosa en el Paraninfo de San Bernardo. El catedrático de Fisiología Francisco Mora Teruel pronunció la laudatio (es decir, el discurso de exposición de méritos).

Rita Levi-Montalcini había preparado un discurso de seis páginas, pero lo utilizó únicamente como guión e improvisó una intervención espléndida. Su discurso fue extenso, apasionado y emocionante, lleno de viveza y energía. En pocas ocasiones ha habido unos aplausos tan prolongados en el Paraninfo de San Bernardo."



El texto de su discurso de investidura puede descargarse pinchando aquí.

Reproducimos también la crónica de ayer en EL PAÍS, escrita por Gabriela Cañas:

GABRIELA CAÑAS - Madrid
EL PAÍS - Sociedad - 24-10-2008

"Nunca he pensado en mí misma. Vivir o morir es la misma cosa", explicaba ayer la Premio Nobel de Medicina Rita Levi-Montalcini antes de ser investida Doctora Honoris Causa por la Universidad Complutense. "Porque naturalmente la vida no está en este pequeño cuerpo. Lo importante es la forma en que hemos vivido y el mensaje que dejamos. Eso es lo que nos sobrevive. Eso es la inmortalidad".

En el Paraninfo de la universidad madrileña se vivió ayer un momento de excepción. La neuróloga centenaria (el próximo abril cumple los 100 años), que recibió el Nobel en 1984, regaló a los asistentes una lección de lucidez intelectual, compromiso social y un optimismo vital estrechamente ligado a una cierta indiferencia por la propia vida.

Esta mujer judía nacida en Turín en 1909 está considerada una de las personas más importantes del siglo XX en Italia. Tuvo que esconderse del nazismo en la II Guerra Mundial ante las leyes de persecución racial y su primer laboratorio fue su dormitorio, que al tiempo le sirvió de refugio. Vivió 30 años en Estados Unidos, donde ejerció la investigación y la docencia de Neurobiología en la Universidad de St. Louis. En 1984 le otorgaron el Nobel de Medicina, junto a Stanley Cohen, por sus investigaciones sobre el crecimiento de las células nerviosas.

Pero su longevidad y su actitud positiva ante la vida no tienen que ver con sus conocimientos neurológicos; al menos no directamente. "Es ridículo obsesionarse por el envejecimiento. Mire, mi cerebro es ahora mejor que cuando era joven. Es verdad que veo mal y oigo peor, pero mi cerebro ha funcionado siempre bien. Lo fundamental es tener activo el cerebro; intentar ayudar a los demás y mantener la curiosidad por el mundo".

En esa constante actividad cerebral que ella defiende no cabe jubilación. "Estoy en contra de la jubilación o cualquier otro tipo de subsidio. Vivo sin ello. Renuncié a ello. En 2001 no cobraba nada y tuve problemas económicos hasta que el presidente Ciampi me nombró senadora vitalicia".

Empezó tarde sus estudios (su padre consideraba que no eran prioritarios para las mujeres), logró el Nobel a los 75 años y ahora, a los 99, dirige las investigaciones de su laboratorio romano cada mañana y por las tardes trabaja en su fundación dedicada a mejorar el nivel educativo de las mujeres africanas.

Extremadamente menuda y de andar inseguro sobre sus delgadas piernas, Rita Levi-Montalcini entró ayer en el Paraninfo renunciando con pundonor y sonrisa de satisfacción al apoyo que alguna mano le ofrecía. Luego dictó su conferencia sin papeles y sin tropiezos. La inició con un encendido homenaje a Santiago Ramón y Cajal, Nobel de Medicina en 1906, al que no conoció personalmente, pero por el que siente una admiración profunda: "Ha sido el gran neurólogo de todos los tiempos. No hay nadie comparable a él. Fue una persona excepcional desde el punto de vista científico, artístico y moral". Después, en el Paraninfo, contó cómo el Nobel español intercedió por su maestro Giuseppe Levi para que fuera excarcelado en plena dictadura de Mussolini.

Rita Levi-Montalcini se declara de izquierdas y laica y está incursa en la modernidad de la era digital, pero siente un rechazo visceral a ciertos ensayos genéticos. "Con fines terapéuticos, bien, pero los niños a la carta como quería Hitler, ¡nunca!".
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Puedes consultar detalles más completos de su biografía en Wikipedia pinchando aquí.

O acceder aquí a la que publica (en inglés) la página de los Premios Nobel.


En mi opinión, dos de sus libros son especialmente recomendables para todo aquel que se interese por la biología del sistema nervioso o por la investigación científica en general: "Elogio de la imperfección" (una crónica autobiográfica de su descubrimiento del NGF) y "La galaxia mente". Si puedes, no te los pierdas.

viernes, 24 de octubre de 2008

Hoy se entregan los PREMIOS PRÍNCIPE DE ASTURIAS


En el Teatro Campoamor, de Oviedo, como viene siendo tradicional, se celebrará hoy a las 18:30 el acto de entrega de los 8 Premios Príncipe de Asturias, que vienen a ser algo así como los Premios Nobel que se conceden en España. La 1 de TVE y Radio Nacional de España lo retransmitirán en directo.


Los premiados de este año son:

  • Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades: El buscador Google.

Enlace a la Fundación Príncipe de Asturias.

martes, 21 de octubre de 2008

Un punto diminuto: la reflexión de Carl Sagan

El astrónomo y divulgador científico Carl SAGAN aprovecha una fotografía tomada desde la sonda espacial Voyager para hacernos pensar.
Una buena lección de humildad y de sano relativismo. Aquí está, subtitulado en español:




Sagan fue profesor de astronomía en la Universidad de Cornell y estuvo casado con la prestigiosa bióloga norteamericana Lynn Margulis. Más información sobre sus trabajos y publicaciones en wikipedia.

lunes, 13 de octubre de 2008

Lecturas: Viajes con Heródoto, de Ryszard Kapuscinski


Autor: Ryszard Kapuscinski

Título: Viajes con Heródoto

Editorial: Anagrama

Año: 2006 (5ª Ed.)

Pags.: 308


Ryszard Kapuscinsci nos invita a viajar con él en dos dimensiones. La primera en el espacio, haciéndolo a lo largo del ancho mundo, siguiéndole en sus múltiples desplazamientos como corresponsal de un periódico polaco. La segunda, en el tiempo, de la mano del magnífico historiador griego Heródoto, repasando con él, en calidad de protorreportero, los acontecimientos de aquellos siglos en los que dos imperios, el griego y el persa, pugnaban por el dominio del resto del mundo.

Aparentemente, dirás, nada tiene que ver una historia con la otra… Y sin embargo, lo que el autor pretende contagiarnos es algo que ya estaba en Heródoto y que nuestro mundo “de las comunicaciones”, desgraciadamente, está perdiendo: la pasión y el entusiasmo por conocer. Por conocer el mundo, las distintas culturas y personas que lo habitan. Y acercarnos a unas y otras, no como el que ya cree saberlo todo, sino como el que tiene deseos de aprender lo que de nuevo y bueno se esconde en todas ellas.

(De Pastoral SJ)

domingo, 12 de octubre de 2008

Entrevista con la investigadora francesa Barré-Sinoussi


El diario EL PAÍS, en su edición digital de hoy domingo publica esta entrevista con la reciente Premio Nobel de Medicina, la viróloga francesa Françoise Barré-Sinoussi, del Instituto Pasteur de París.
EL PAÍS

L.G.
Una fotografía de Françoise Barré-Sinoussi, rodeada de guirnaldas navideñas y unos cuantos globos, junto a un cartel de felicitación por el Nobel recién conquistado, adorna el pasillo de entrada de la Unidad de Regulación de Enfermedades Retrovirales que dirige, en el Instituto Pasteur de París. Para la institución, que el mes pasado cumplió 120 años, el galardón a una de sus investigadoras más destacadas ha sido el mejor regalo de cumpleaños. Una demostración, quizás, de que el viejo edificio, con su aspecto un poco caótico y descuidado, alberga dentro a la flor y nata de la investigación francesa, por más que el Nobel premie un hallazgo de hace 25 años.

Barré-Sinoussi (París, 30 de julio 1947) parece disfrutar de su éxito con la misma discreción con la que ha vivido hasta ahora su anonimato de investigadora apasionada por su trabajo, pero con escasa proyección pública y prácticamente desconocida fuera de los ambientes científicos. Su marido, fallecido hace pocos meses, no ha llegado a tiempo de saborear un triunfo que sabe un poco a revancha, porque ella fue la investigadora que descubrió el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), a comienzos de 1983. Virus que más tarde sería identificado como el causante del sida. Vestida con un traje de chaqueta en tonos vainilla y ocre, y meticulosamente maquillada, Barré-Sinoussi se presenta ante la periodista con un cigarrillo en la mano, y reclama un minuto para salir a fumárselo al patio trasero del instituto.

Es usted la primera mujer francesa que recibe el Nobel de Medicina. ¿Cómo se siente?
Muy bien. La verdad es que la presencia de la mujer en la investigación científica ha sido muy minoritaria durante siglos, de manera que era normal esta falta de premios. Tampoco creo que haya que enfocarlo de una manera estrictamente feminista. Pero estoy encantada y, para ser sincera, muchos colegas masculinos me han felicitado efusivamente.

Ser mujer, ¿ha sido un obstáculo en su carrera?
Sí, desde luego. Sobre todo en los años ochenta. Yo era más joven y las dificultades mucho mayores. Con los años, el porcentaje de mujeres científicas ha aumentado mucho. En este trabajo se gana poco, por eso hay cada vez más mujeres. Aunque en los niveles de responsabilidad sigue habiendo pocas.

En esta ocasión, en cambio, el Nobel la ha preferido a otros miembros masculinos del equipo que descubrió el virus del sida, por ejemplo, al profesor Jean Claude Chermann, con el que usted se inició en la investigación, a principios de los años setenta.
Ha sido un poco triste, porque empecé trabajando con él y le considero como un padre profesional. Además, formaba parte del equipo que logró ese hallazgo. Son cosas de la vida. He hablado con él y está dolido, es normal, pero al mismo tiempo está muy contento por mí. El descubrimiento del virus del sida fue un trabajo de equipo en el que participaron muchas personas, del Instituto Pasteur y de varios hospitales.

También usted ha esperado 25 años para recibir este reconocimiento que, hasta ahora, se le atribuía exclusivamente al profesor Luc Montagnier. ¿Cómo ha encajado tantos años de anonimato?
Bien. No me preocupaba en absoluto. Lo que se adapta más a mi personalidad es trabajar en mi laboratorio, o viajar a los países más afectados por el sida para ver sobre el terreno cual es la situación.

Dice que el descubrimiento le cambió totalmente la vida. ¿En qué sentido?
Me hizo darme cuenta del alcance práctico de mi trabajo. A partir de ese momento he tenido más clara la responsabilidad de mi tarea, hasta el punto de que me ha llevado a olvidarme de mi vida personal. Me he visto empujada por la urgencia de buscar fórmulas para mejorar la vida de los pacientes.

Veo que pertenece usted a varios comités del Instituto Pasteur, además de trabajar para la Agencia de Prevención del Sida, que publica trabajos y asiste a simposios, conferencias, etcétera, ¿de dónde saca el tiempo?
Duermo pocas horas, no más de cuatro, y trabajo 12 o 13 horas diarias. Nunca he considerado la investigación como una actividad profesional, para mí es una pasión.

¿Es cierto que estamos bajando la guardia con el sida?
Hay sectores de la población con más riesgo que se están olvidando de la prevención. Y lo mismo ocurre con los jóvenes. Se habla mucho menos del sida que antes, y eso da miedo, porque la infección sigue ahí. Muchos jóvenes piensan que el tratamiento es efectivo y que no hay que preocuparse, pero, en realidad, el tratamiento no sólo es caro, es complicado y para toda la vida.
Además, con el tiempo tiene efectos secundarios serios, produce alteraciones del metabolismo. Por lo tanto, hay que prevenirse.

El fenómeno se produce además en el mundo desarrollado.
Sí, en países occidentales, como Francia o España, y es muy preocupante. Porque, además, la persona infectada por el virus tarda mucho tiempo en ser consciente de ello y eso puede dar lugar a una cadena de contagios. Por eso es fundamental el diagnóstico precoz, las pruebas, para prevenir la transmisión del virus.

Las instituciones internacionales se han implicado mucho últimamente en la lucha contra el sida.
Sí. El objetivo del fondo mundial de lucha contra el sida es que haya un tratamiento universal para todos los afectados por la enfermedad para 2010. Es un objetivo ambicioso con el que se puede soñar siempre que la ayuda financiera de los países ricos siga llegando. Si el fondo de lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo sigue recibiendo este dinero, es posible alcanzar ese objetivo. Lo malo es que no sabemos lo que va a ocurrir con esos fondos con la actual crisis financiera en el mundo. Si disminuyen las aportaciones, como nos tememos, sobre todo las del Gobierno de Estados Unidos, la cosa se complica.

¿En qué situación se encuentra la investigación sobre el sida en estos momentos?
Se han hecho muchos avances pero hay muchas cosas que no conocemos. Por ejemplo, si el virus es capaz de provocar la inmunodeficiencia, ¿por qué en ciertos sujetos esto no se produce? En cuanto a los modelos animales, tampoco sabemos por qué el mono verde no desarrolla la enfermedad pese a estar infectado por un virus muy similar al VIH. Desconocemos cuales son los mecanismos precisos de protección contra la infección. Y mientras no se conozcan será difícil encontrar una vacuna contra el sida.

(Tomado de EL PAÍS 12/10/2008. Entrevista realizada por L.G., enviada especial de EL PAÍS. Foto: G.LEJARCEGI.)

viernes, 10 de octubre de 2008

Hmm, that's funny...!




The most exciting phrase to hear in science,

the one that heralds new discoveries,

is not "Eureka!"
but "Hmm, that's funny..."


~Isaac Asimov~

jueves, 9 de octubre de 2008

La enigmateca


Desde ayer está en marcha LA ENIGMATECA, una webquest creada por el Departamento de Biología y Geología para los alumnos de enseñanza secundaria del IES "Juan Lara" en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Está alojada también en Blogspot y puede visitarse en la dirección:



El Nobel de Química para una "proteína chivata"












EL PAÍS (9 de octubre de 2008)

Un bioquímico japonés y dos estadounidenses recibieron ayer el máximo reconocimiento que un científico puede esperar: el Premio Nobel, en el área de Química, por sus sucesivos descubrimientos que sirvieron para convertir una medusa en una herramienta fundamental para ver qué pasa dentro de una célula, para ver cómo funciona una maquinaria que puede medir 0,02 milímetros y que, si se estropea, produce enfermedades en el organismo.

Osamu Shimomura (de 80 años), Martin Chalfie (de 61 años) y Roger Y. Tsien (de 56 años) [de izquierda a derecha en las fotos] reciben el galardón por una proteína que se une por ingeniería genética a otra que sería invisible de otro modo, la marca y se chiva -iluminándose de verde fluorescente- acerca de los movimientos, posiciones o interacciones de la proteína etiquetada.

La historia de este descubrimiento empieza con una medusa de las aguas costeras norteamericanas, con esa proteína suya que brilla en verde cuando se ilumina con luz ultravioleta. Pero el reparto de aportaciones de los tres galardonados (en este caso se dividen a partes iguales el millón de euros de dotación del Nobel), es claro, casi como en los cuentos. Uno (Shimomura) descubrió, en 1962, la bioluminiscencia de la proteína de la medusa; otro (Chalfie) se dio cuenta, 30 años después, de que podía utilizarla, y la usó como marcador para delatar lo que había dentro de una célula; el tercero (Tsien) desarrolló después toda una paleta de proteínas de colores que se ha convertido en herramienta de gran utilidad para ver procesos celulares de otro modo invisibles.

Las biociencias ganaron así un nuevo microscopio para estudiar, por ejemplo, cómo crece un tumor, el desarrollo del alzhéimer en las neuronas del cerebro o el crecimiento patológico de una bacteria, resaltó ayer el Comité Nobel. La proteína, denominada GFP, es verdosa a la luz del sol, amarillenta a la luz de una bombilla y verde fluorescente con luz ultravioleta, y no necesita ningún aditivo para resplandecer, por lo que no se altera con ella esa delicada maquinaria que se quiere ver en funcionamiento.

Miles de investigaciones se hacen actualmente en el mundo con este peculiar microscopio, desarrollado a partir de la naturaleza de la medusa. Por cierto, destacó ayer el Comité Nobel de la Real Academia de Ciencias sueca, sigue siendo un misterio por qué la evolución hizo que brille así la medusa Aequorea victoria de Shimomura.

lunes, 6 de octubre de 2008

El Premio Nobel de Medicina 2008 concedido a tres virólogos


El Instituto Karolinska de Estocolmo ha distinguido con el Nobel de Fisiología y Medicina 2008 a tres investigadores consagrados a la lucha de enfermedades que afectan a millones de personas en todo el mundo. Se trata de tres virólogos, el alemán Harald zur Hausen (derecha) y los franceses Françoise Barré-Sinoussi (izquierda) y Luc Montagnier (centro). El primero de ellos ha sido premiado por su descubrimiento de los virus del papiloma humano causantes del cáncer cervical (del cuello del útero), el segundo cáncer más común entre las mujeres. Los dos científicos franceses han sido reconocidos por su descubrimiento del VIH, el agente causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

(Diario EL PAÍS 06/10/08)

sábado, 4 de octubre de 2008

Ley elemental de la educación: los niños hacen lo que ven

Decía Napoleón que a los niños hay que educarlos veinte años antes de que nazcan. Quería decir con eso que la educación de los padres es la que marca en gran medida la de los hijos.
Sin embargo, a veces, los que nos dedicamos a educar, parecemos expertos en sermones moralistas, bastante hipócritas por lo general. De bien poco sirven: los niños hacen lo que ven.



(Gracias al profesor Pedro Fernández Lópiz por esta referencia tan gráfica)

jueves, 2 de octubre de 2008

El David, de Miguel Ángel (revisited):


Aquí está la imagen del joven David, desafiante y seguro de sí mismo, poco antes de enfrentarse al gigante Goliat, al que derribó de una pedrada en la frente, de acuerdo con el relato bíblico. Esta estatua, encargada a Miguel Ángel Buonarroti para la catedral de Florencia y costeada por el gremio de mercaderes de la lana, ha resumido siempre el canon de la belleza renacentista. No obstante, advierten los expertos, tanto la cabeza como las manos están algo sobredimensionadas, con idea de producir un mayor impacto visual en el espectador.
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Antes de ser esta obra de arte inolvidable, era sólo un bloque de mármol de Carrara que sobró de unas obras y que se había pasado 40 años a la intemperie en uno de los patios de la catedral, sin que nadie le prestase la menor atención. Luego Miguel Ángel, que tenía entonces sólo 26 años, estuvo trabajándolo con cincel y martillo entre 1501 y 1504 y surgió de la piedra un cuerpo joven, musculoso, lleno de fuerza contenida.
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Actualmente, las dietas hipercalóricas y el sedentarismo han cambiado los esquemas corporales, las modas anatómicas y las proporciones estéticas de tal modo que si hoy Miguel Ángel tuviera que repetir su obra, quizá optaría por esta otra versión, menos idealista y más próxima a lo cotidiano.
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