¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

lunes, 25 de abril de 2011

Día Internacional de la Toxicología

Tal día como ayer, 24 de abril, pero de 1787, nació en Mahón (Menorca) el doctor Mateo Buenaventura Orfila, considerado como el padre de la toxicología moderna. Muchas veces he propuesto que, coincidiendo con la efemérides, se celebrase el Día Internacional de la Toxicología y la iniciativa ha tenido buena aceptación en la comunidad científica de habla hispana, si bien falta que los responsables de las asociaciones profesionales de toxicología la secunden oficialmente, dando los oportunos pasos para institucionalizar esta fecha.

Desde el punto de vista educativo, sería una buena oportunidad para dar a conocer esta ciencia apasionante, que ya no es sólo la "ciencia de los venenos" como en los tiempos de Orfila, sino que sus saberes se extienden desde el amplio entorno de la toxicología ambiental (pesticidas y otros contaminantes), hasta los rincones más íntimos de nuestra propia casa (toxicidad potencial de los medicamentos y productos de limpieza que usamos y almacenamos, ignorantes muchas veces de su peligrosidad), incluyendo hasta el propio plato de comida ante el que nos sentamos tres veces al día (toxicología de los alimentos) o los peligros inherentes a nuestro puesto de trabajo (toxicología laboral).

Orfila inició sus estudios de Medicina en Valencia. A un espíritu inquisitivo como el suyo, las enseñanzas de aquella época no le parecieron suficientes e intentó completarlas con la bibliografía francesa que buenamente pudo encontrar y realizando en casa sus propios experimentos, en compañía de otros entusiastas de la Química. Continuó luego su formación en Barcelona y Madrid, intentando siempre encontrar profesores que le aportasen conocimientos reales y no mera retórica academicista. Gracias a una beca de la Junta de Comercio de Barcelona, Orfila pudo trasladarse a París para completar allí su formación química. Se ganaba la vida impartiendo cursos de química experimental y de ciencias naturales y algunos biógrafos dicen que también cantaba con reconocido éxito en los salones parisinos.

Entre 1814 y 1817 se publicaron sus dos grandes obras: "Tratado de los venenos" y "Elementos de Química Médica", que le dieron fama internacional como científico. En 1819, fue nombrado profesor de la Facultad de Medicina, iniciando así una brillante carrera académica.

Se cuenta que sus clases eran muy concurridas, pues recurría siempre a demostraciones experimentales en público y lograba entusiasmar a los estudiantes, encantados de poder "ver" las cosas en lugar de leerlas en los libros de texto. Fue decano de la Facultad de Medicina de París, miembro del Consejo Real de Instrucción Pública y de numerosas academias científicas francesas y extranjeras. Promovió la aparición de varias revistas científicas y fue llamado como experto en numerosos casos judiciales por envenenamiento. Cuando falleció en París el 12 de marzo de 1853, era ya uno de los científicos europeos de mayor prestigio.


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