¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

¿Dónde está el gato? / Spot the cat


Circula por la red este curioso ejercicio de observación. Hay que encontrar un gato en algún lugar de la imagen. Pero ¿dónde está? Hemos colocado la respuesta al final de este post. (Se puede hacer click sobre la imagen para ampliarla y verla con más detalle).

La propuesta podría ser un buen ejemplo de mimetismo, o más propiamente de "criptosis", que es como se llama a la habilidad de algunos animales para difuminar su apariencia y confundirse con el entorno.  Tiene su importancia, tanto si eres el predador como si eres la presa. Los cuerpos especiales del ejército lo estudian como asignatura y trabajan con la misma insistencia la capacidad de observación como de camuflaje, es decir, tanto el arte de esconder como el de encontrar.

Pero yo les propongo aquí otro modo de enfocar este test que estimo puede resultar más revelador. Lo importante no es, desde mi punto de vista, si uno llega o no a encontrar el gato. Se trata de analizar cuál es nuestra respuesta ante un reto de búsqueda. Es una forma de saber qué tipo de persona eres cuando buscas algo.
  • Un observador paciente encuentra el gato tras una búsqueda atenta por toda la foto.
  • Un observador sistemático dividirá la foto en cuadrículas y se detendrá primero en las filas y columnas centrales como las más probables.
  • Si te falta rigor creerás ver un gato en cada sombra: “¿será esto?”
  • Los faltos de curiosidad dicen: “puff, cualquiera sabe” y se rinden pronto.
  • El desconfiado piensa: “¿Seguro que aquí hay un gato? ¿no me estarás tomando el pelo?”
  • El fanático dice: “¡Aquí no hay ningún gato, puesto que yo no lo veo!”
  • El honesto, en cambio, después de detenerse un rato dice: “Estará, si tú lo dices, pero yo no consigo verlo.”
  • El bromista dice: “Pues estará en el tejado, porque ahora es época de celo”.
  • Y los pragmáticos se irán directamente al final de la entrada para encontrar la solución.

    ¿Y tú? ¿de qué forma has buscado el gato?...



La solución:
Además de este "dime cómo buscas y te diré quién eres" que hemos propuesto, las moralejas pueden ser varias. Si repetimos el ejercicio, a mí se me ocurren por lo menos tres:


1) En la foto y en la vida, sólo es fácil encontrar algo cuando sabes de antemano dónde puede estar.

2) En la foto y en la vida es difícil encontrar algo si tienes juicios previos (o sea, pre-juicios) sobre dónde puede estar.


3) Y ¡cuidado!, porque si buscas algo con la suficiente atención puede que hasta te encuentres tú al final de esa búsqueda. Eso es lo que le pasó a Ulises, según cuenta un tal Homero.

sábado, 24 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!


El mundo es redondo y simple.
Gira Dios sobre sí mismo
hasta volverse invisible.

(José Manuel Benítez Ariza)


Benítez Ariza es un escritor gaditano dotado de una extraordinaria capacidad para la belleza formal de las composiciones, que son de un gran poder evocador y de una calidad literaria impecable. Su blog personal "Columna de humo" figura en el Blogscaparate de Kircherlandscape y puede seguirse en: http://benitezariza.blogspot.com/

viernes, 23 de diciembre de 2011

Citas célebres: Ruyard Kipling

                                                  (Foto de Durandarte en Panoramio)

Si puedes ver demolida la obra de tu vida

y, sin pronunciar una sola palabra, volverla a reconstruir,

o perder de un golpe la labor de cien esfuerzos,

sin un suspiro ni un gesto.

Si puedes amar sin enloquecer de amor

y ser fuerte sin dejar de ser tierno.

Y, sintiéndote odiado, no odias a quien te odia,

aunque luches y te defiendas.

Si puedes soportar las palabras burlonas que,

con razón o sin ella, se digan de ti

y que se propalen mentiras sobre tu conducta,

sin tú mentir jamás.


Si puedes amar como a un hermano a todos tus amigos,

sin que ninguno ocupe todo tu corazón.


Si puedes ser bueno y sabio, sin hacerte escéptico o destructor;

soñar, sin que el sueño te domine nunca

y pensar, pero siendo algo más que un pensador.

Si puedes mantenerte digno dentro de la popularidad

y mantenerte pueblo aunque seas consejero del rey.

Si puedes mirar el éxito y el fracaso,

como las dos caras de una misma mentira...

Entonces,

tendrás algo que vale mucho más que el dinero, la fama y la gloria. Entonces, hijo mío, serás dueño de ti mismo.


(Adaptado de Ruyard Kipling, premio Nobel de Literatura 1907)

viernes, 16 de diciembre de 2011

Five times Hallelujah


HALLELUJAH o ALELUYA es una expresión de júbilo de claros orígenes hebreos. Es probablemente la alabanza más alegre que los judíos entonan a su Dios Yahveh y que los cristianos hemos incorporado también en nuestra liturgia. Se trata originariamente de una adaptación fonética de la expresión hebrea hallelu Yah (alabado sea Dios). "Hallelu" se emplea sólo para expresar alabanza a personas de muy alta dignidad y "Yah" no sería más que la abreviación poética de "Yahveh".

Leonard Cohen lanzó su célebre canción Hallelujah en su LP Various positions, de 1984. El tema recoge fielmente todas las preocupaciones habituales de Cohen: el amor, el sexo, la religión y la propia música.

Me confieso absolutamente rendido ante esta pieza magistral de la historia de la música del siglo XX. Cada vez que la escucho me sigue sorprendiendo la maestría con que están elaboradas música y letra. Recojo aquí cinco versiones, porque me es difícil quedarme con una sola.


VERSIÓN 1:
Alexandra Burke fue la ganadora (y no le faltan méritos) de la edición del 2008 de X-factor, uno de esos concursos para la promoción de nuevos talentos al estrellato músico-comercial de las discográficas.

Y probablemente sea ésta la versión más difundida hoy de Hallelujah, junto con la que se hizo para la película Shreck. Una voz portentosa la de Miss Burke, con matices sonoros muy bien empleados, y capaz no sólo de una ejecución perfecta, sino también de transmitir una emoción creciente con aires arrebatados de estilo gospel.

Hallelujah fue su primer trabajo discográfico y la respuesta del público fue tan entusiasta que se dice ha sido el single más rápidamente vendido de la historia de la música. Lo comercial y lo estiloso en el mismo paquete. ¿Se lo envuelvo para regalo?





VERSIÓN 2:
No debemos perder de vista (ni de oído) la versión original, la primera de todas, la genial creación del poeta y músico canadiense Leonard Cohen. Por cierto, Cohen recibió este mismo año el Premio Príncipe de Asturias de las Letras e impresionó al público asistente al Teatro Campoamor de Oviedo con un discurso muy emotivo que no leyó, sino que pronunció con voz espontánea (puede leerse y verse aquí)
Rosa Montero ha dicho de Leonard Cohen en EL PAÍS: "(...) un viejo hermoso, melancólico, con un registro muy pequeño, porque todas sus canciones se parecen sospechosamente unas a otras. Pero qué bella puede llegar a ser su monotonía. Qué limpia y delicada (...) Hoy, este hombre que siempre ha sido tan triste da brinquitos alegres por el escenario. Es un melancólico contento."

En esta grabación en directo, aparece acompañado de un magnífico coro y un excepcional teclista, cuyo nombre no he logrado averiguar.






VERSIÓN 3:
Una curiosa versión a capella.





VERSIÓN 4:
La versión de John Cale, una de las más aplaudidas y conocidas, porque sirve de fondo a la película Shreck (2001) y porque imprime, acompañada al piano, un tempo más rápido al tema:





VERSIÓN 5:
Una versión muy conmovedora, rodada en la atmósfera más íntima de un plató de televisión, en la que destaca la impresionante voz del cantante noruego Kurt Nilsen, que llega a eclipsar a sus acompañantes Espen Lind, Askil Holm y Alejandro Fuentes.



¿Y a ti cuál de las versiones te ha gustado más?
Déjanos algún comentario.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Convocatorias: Blanca Flores presenta "Vaivén" en Jerez


La escritora gaditana Blanca Flores Cueto presentará su obra  "Vaivén: álbum en construcción" en la Fundación Caballero Bonald de Jerez el próximo martes 20 de diciembre a las 19:30 h. (C/ Caballeros, 17).
El libro está ilustrado con las magníficas fotografías de Francisco Rocha.
Presentará el acto la poeta jerezana Josefa Parra.
(Click sobre la invitación para agrandarla).

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El arte venéreo de Fernando Vicente


Entiéndase bien: "venéreo" es de Venus, la diosa del amor. Es la primera acepción que recoge el DRAE. Las venus de Fernando Vicente serán precisamente el tema de su próxima exposición pictórica. Así que no nos referimos aquí a la enfermedad, antes al contrario, porque los dibujos de Fernando tienen un incuestionable valor terapéutico, en la medida en que cada uno de ellos nos sabe mostrar la realidad con pinceladas críticas. E incluso tras las ilustraciones aparentemente más amables o más ingenuas se agazapa una intención de análisis, con el borde bien afilado y siempre dispuesto a la disección, es decir, siempre dispuesto a trascender las apariencias. No son simples caricaturas: bien mirados, los dibujos de Fernando son autopsias in vivo.

Quienes sean, además, lectores habituales del diario EL PAÍS reconocerán en estos dibujos la mano experta del ilustrador madrileño, hijo de los tiempos de la famosa "movida" cultural que tan buenos frutos sigue dando. Su estilo inconfundible --hermosamente ácido, procazmente sutil-- es el que ilustra la columna dominical de Mario Vargas Llosa, Piedra de toque, y el suplemento cultural Babelia.

En el blog de Kircher nos hemos hecho eco muchas veces de su trabajo. También en la revista Panacea, (sobre Medicina y Lenguaje) en la que hemos publicado ya un número (diciembre de 2008) con sus conocidas "Vanitas", cuya portada encabeza este post (y que puede descargarse gratuitamente desde aquí.)

Pues el próximo jueves 15 de diciembre, a las 19:30, Fernando Vicente inaugurará su exposición VENUS. Será en Gloria Librería y Espacio de Arte (calle Hortaleza, 116, de Madrid) y estará abierta al público hasta el 14 de enero de 2012.

Como amable seguidor de este blog, Fernando nos envía expresamente su invitación al acto, que hacemos extensiva a todos los lectores de Kircherlandscape que se encuentren por Madrid esos días. Están todos invitados. Su exposición venérea se está incubando, una vez más, al calor de su ingenio imparable. Que cunda sanamente el contagio.

Para acceder a la web de Fernando Vicente:
http://www.fernandovicente.es/ .
Enlace a su blog personal:
http://fernandovicenteblog.blogspot.com/
Los ATLAS de Fernando Vicente:
http://fernandovicenteatlas.blogspot.com/



EXPOSICIÓN "VENUS"
Fernando Vicente, ilustrador.
Gloria Librería y Espacio de Arte.
C/ Hortaleza, 116
MADRID
Desde el 15 de diciembre de 2011 al 14 de enero de 2012

Horario:
Martes a Viernes:
11.00 - 14.00
16.30 - 20.30

Sábados:
12.00 - 15.00
17.30 - 21.00

Domingos y lunes: cerrado



(Ilustración: "El amor y la ruleta rusa". Fernando Vicente. Interviú.)

lunes, 12 de diciembre de 2011

De boca en boca, de beso en beso


"Mientras que cualquier órgano --incluso el cerebro-- está especializado en una función, la boca es tal que realiza funciones tan ontogénicamente diversas como la de ser instrumento por donde entra la comida y sale la palabra... y encima besa. Curioso órgano."

(LÓPEZ MEDINA, Emilio: Pensamientos del que está de visita. Biblioteca Andaluza de Arte y Literatura. Cádiz, 2000).




El músico malagueño Tony Zenet, con la colaboración impresionante en los gestos de Raisa Burillo, nos cuenta una historia de besos. No sabría decir cuál de los dos es más elocuente. Estoy seguro de que Raisa logra transmitir toda la sensualidad desgarrada de la canción de Zenet al lenguaje de signos, como muy pocas veces se ha hecho, con momentos en que hasta parece sacar partido artístico del mimo y del ballet. El tema "Un beso de esos" pertenece al álbum "Los mares de China".

En EL PAÍS, Fernando Martín nos lo explica muy bien:

" (...) En lo musical Tony Zenet tiene un enorme poder de evocación. El que trae consigo de la herencia del bolero, de la vena del tango, del embrujo flamenco, del vacilón del swing y el jazz. Todo eso viene en la sentina de su disco Los mares de China. Pero Zenet no es de estilos puros, de ortodoxia a carta cabal; sino que la mezcla, la alquimia, el cocinar ingredientes dispares funciona en su obra musical como un reloj de bolsillo, viejo pero preciso. Zenet suena a vida normal, a pisito pequeño, a pila llena de cacharros por fregar, a amor cálido que trata de salvar a base de caricias todas las dificultades que nos plantea la vida (...)"



viernes, 9 de diciembre de 2011

La educación explicada en parábolas

UN NIÑO
por Helen Buckley

Una vez el pequeño niño fue a la escuela. Era muy pequeñito y la escuela era muy grande. Pero cuando el pequeño niño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz.Una mañana, estando el pequeño niño en la escuela, su maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y barcos. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar. Y ella esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores. ¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores. Y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores. 

Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya. A él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde, igual a la de su maestra.

Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer cosas con barro. ¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros. Y comenzó a estirar muy contento su bola de barro.

Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar. Y luego esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a moldear un plato. ¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a modelar platos de distintas formas y tamaños.

Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo. Y ella les enseñó a todos cómo hacer un plato hondo. -Aquí tienen, dijo la maestra. Ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra.Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas.

Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer. Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del aula. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo: ¿No te animas a empezar tu dibujo? Sí, dijo el pequeño, pero ¿qué dibujo vamos a hacer? No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra. ¿Y cómo lo hago? - preguntó el niño. Como tú quieras, contestó. ¿Y de cualquier color? De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo? Yo no sé, dijo el pequeño niño. Y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Canciones de dolor y olvido


El cantante mandinga Tiken Jah Fakoly nació en Costa de Marfil. Sigue musicalmente la estela reagge de Bob Marley. En sus letras denuncia las injusticias de este mundo, especialmente las atrocidades, históricas y actuales, cometidas contra ese gran continente del olvido: nuestra vecina África.

Asusta sólo mirar el mapa de África y ver sus fronteras trazadas con tiralíneas. Los países divididos a cuchillo, como los pedazos de un gran pastel de tierra, de pastos y selvas, de áridos suelos (y ricos subsuelos), de odios inveterados y de hambrunas, de tiranos déspotas y de sangre en las cunetas, de pateras a la deriva, de insomnios presentes y ojalá que de sueños futuros.

Viendo el modo en que se hizo el reparto de África entre los imperios colonialistas de la época (incluida nuestra querida España), sin preguntar a los propios africanos, sin tenerlos en cuenta, hay que preguntarse qué más se puede esperar de este occidente nuestro, civilizado y de tan cristianísimas raíces. Ya nada me extraña ("plus rien ne m'étonne"), canta Tiken Jah Fakoly. Pues eso: que a estas alturas, ya nada nos extraña.

Aquí está el vídeo, con imágenes que (lo advertimos ya) pueden herir la sensibilidad de muchos. Y ojalá lo hagan.


Biografía de Tiken Jah Fakoly en Wikipedia.

10 de diciembre: Día Internacional de los Derechos Humanos

martes, 6 de diciembre de 2011

El empleo, un vídeo de Santiago Bou



Impactante y multipremiado este vídeo de animación del equipo argentino Opusbou, que forman Santiago "Bou" Grasso, Patricio Plaza y Natalia Acosta.

Cuando permitimos que el trabajo nos esclavice, perdemos completamente nuestra dignidad de seres humanos. Ya lo había explicado Chaplin en Tiempos modernos, y también El Roto en sus viñetas de EL PAÍS, pero la cruel sencillez con que lo cuenta Bou, nos tira contra las cuerdas y nos deja pensando un buen rato si quizá también nosotros...

No se pierdan el gesto esperanzador del hombre-lámpara tras los títulos de crédito. Es toda una consigna que quizá algún día nos permita cambiar entre todos el final de esta historia. Parece lógico que sea el hombre-lámpara el que aporte un poco de luz en esta grisura (¿qué otra cosa puede hacer una lámpara?). Se necesita, eso sí, una buena dosis de indignación. "Papá, tenemos que hacer como el hombre-lámpara", me ha dicho mi hijo al verlo. Tiene sólo nueve años, pero tiene toda la razón. Así que he apartado de inmediato los papeles que me había traído del trabajo para terminarlos en casa y nos hemos puesto a hacer una pizza familiar, con masa de levadura. Cada uno le ha puesto los ingredientes al gusto, un toque fresco de orégano y de tomillo y algunos champiñones. Luego nos la hemos comido pensando que, a pesar de todo, y tal como está el patio, somos bastante afortunados. Algo se está cociendo. Hay todavía un aroma a pizza y a revolución doméstica flotando alrededor de la escalera. Tenemos que hacer como el hombre-lámpara. Antes de que sea tarde, tenemos que hacer como el hombre-lámpara.


El Empleo / The Employment from opusBou on Vimeo.


N.B.
Más información en el blog del grupo argentino opusBou, que también está en la plataforma de blogspot:


sábado, 3 de diciembre de 2011

Jesús Aguado y las anacondas



La editorial "Vaso Roto" acaba de publicar la obra poética completa de Jesús Aguado, un autor de quien hemos dado ya referencias en este blog en anteriores ocasiones e incluso hemos colocado aquí algunos de sus ingeniosos haikus o breves deslumbramientos poéticos al estilo japonés.

Con Jesús he compartido lecturas, viajes y largas conversaciones, sedentarias o peripatéticas, pero siempre siempre nutritivas. Mi primer acercamiento serio a la poesía lo hice bajo su tutela y la de Chantal Maillard. De sus textos me encandiló siempre su capacidad para bromear en verso. Yo, que siempre había pensado que la poesía pedía modos afectados y serios, quizá porque todavía no conocía a Benedetti y Quevedo me pareció siempre una excepción. Jesús me enseñó que no era así en absoluto y que no hacía falta poner voz hueca ni cara de juegos florales para elaborar la carpintería de los versos.

Con el tiempo tuve la suerte de que alguno de sus poemas me fuera expresamente dedicado, como el de La Anaconda, que surgió de una conversación sobre reptiles una tarde de levante en su casa de Barbate. Jesús me miró de repente con los ojos brillantes, como si algo de lo que yo había dicho sobre la técnica de caza de la anaconda en los ríos amazónicos le hubiera llegado al alma. Estaba escribiendo entonces Los amores imposibles. "¿Te importa si cuento esto en un poema?", me dijo. Yo no podía entender cómo se puede convertir una simple descripción zoológica, tan ortopédica y llena de tecnicismos, en un poema de desamor, como él pretendía. Hasta que leí aquellos versos suyos que hablaban de amores despiadados, constrictores y mortalmente fríos, como la propia existencia, desconfiada y solitaria, de las anacondas. Entonces lo entendí.

Jesús Aguado me enseñó aquella tarde que los poemas viven en las esquinas y que sólo hay que andar por la vida despacito para poder verlos. Traspasarlos al papel como él lo hace requiere ya condiciones de maestría que sólo tienen algunas personas tocadas por los dioses, como Jesús Aguado. Como Chantal Maillard.


Jesús Aguado nació casi en Sevilla en 1961. Es poeta, traductor, crítico literario y director de varias colecciones poéticas. En 1990 su libro "Los amores imposibles" fue galardonado con el premio Hiperión de poesía. Ha vivido en la India, donde se interesó por las distintas tradiciones de poesía devocional y actualmente reside en Barcelona.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Los discursos, de Juan José Millás


EL PAÍS de hoy publica en su contraportada una magnífica columna del periodista y escritor valenciano Juan José Millás. El paisaje desolado que describe me ha recordado inevitablemente al Pedro Páramo de Juan Rulfo y a esa ciudad de muertos que es Comala. Creo yo entender entre líneas que hay una indignación viva en la calle y unos discursos muertos que, incluso en la alternancia política bipartidista, nada nuevo parecen poder decir ya.
No se necesitan comentarios. El texto de Millás, desnudo, demoledor, habla y respira por sí solo. 

LOS DICURSOS
Juan José Millás

Una mañana pusimos la radio y no había argumentos nuevos, pero tampoco a veces hay calcetines limpios, qué le vamos a hacer, y tienes que tirar de los del cesto de la ropa sucia. Es lo que hicieron los tertulianos y analistas: sacaron los argumentos viejos del armario, los sacudieron un poco y resultó que estaban muertos, muchos de ellos en avanzado estado de descomposición. Pero, como decía el otro, el espectáculo debe continuar, de modo que tomaron los cadáveres, les dieron un barniz de formol, los maquillaron un poco, los revolvieron luego sobre la mesa de mármol del forense, como se revuelven las fichas de dominó antes del reparto, y tomándolos al azar fueron exponiéndolos al público con naturalidad, y sin que nadie protestara, como si la audiencia hubiera fenecido también. En la televisión y los periódicos ocurría lo mismo: programas muertos, por un lado, editoriales muertos por otro, artículos de opinión muertos a granel, ideas muertas en cada titular, hasta las necrológicas, el género más vivo de la prensa, parecían muertas. Y cuando se conoció la composición del nuevo Gobierno, resultó que estaba formado, sin excepción, por cadáveres. Pongan al menos un ministro de Economía vivo, se atrevió a solicitar un loco, pero lo hizo sin argumentos frescos en los que apoyar su petición. Así que ni el de Economía, ni el de Cultura, ni el de Fomento, ni el de Trabajo..., ninguno de ellos estaba vivo, todos muertos, lo que a la población viva, en vías de extinción, y dadas las características del presidente elegido, tampoco le extrañó demasiado. Así fue como un país entero siguió tomando el autobús y formando colas en las pescaderías y haciéndose transfusiones de sangre, y viendo la tele por la noche sin advertir que era un país de muertos. La enfermedad había empezado por las palabras, es decir, por los discursos.

(Tomado del diario EL PAÍS)

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Premio Enrique Ferrán: "El ruiseñor y el mandarín"



Me alegra poder compartir con los lectores del blog de KIRCHER este artículo, que es una evocación personal sobre el arte y su significado.  El texto obtuvo recientemente el Premio Enrique Ferrán de periodismo, que convoca anualmente la revista El Ciervo. Mi agradecimiento desde aquí a esta revista cultural catalana y a la proverbial generosidad con que nos recibieron allí hace unos días con motivo de la entrega del premio Ferrán.

El artículo puede leerse igualmente en la web de El Ciervo




EL RUISEÑOR Y EL MANDARÍN O LOS TRES DONES DEL ARTE

Juan V. Fernández de la Gala

Recuerdo que me lo regalaron poco antes de que aprendiera a leer. Era un libro con tapas de tela verde, como de mochila de aventurero. Dentro, en la página siete, el bosque incomprensible de las letras se abría y dejaba espacio para un dibujo a plumilla que sí podía entender a mi edad: un pájaro cantaba en lo alto de un pequeño sauce y su silueta se recortaba contra la luna. Frente a él, un hombre de larga trenza (el mandarín, como supe después) lo escuchaba con una atención reverente y asombrada. En el lomo del libro, con letras doradas, decía: “Cuentos de Andersen”.

Todavía lo conservo. Al sentarme a escribir estas líneas, compruebo que se trata de una edición mexicana de la editorial Cumbre y que los dibujos a plumilla que la ilustran salieron de la mano diligente de Marta Ribas. Ahora, perdida ya la ingenuidad de entonces ─o gran parte de ella─, me doy cuenta de que Marta se inspiró a sabiendas en el esquematismo estético del arte chino. Logró imprimirle así a la ilustración el aire exótico de las buenas historias, la fascinación de los mundos lejanos donde todo nos resulta extraño y nuevo. El cuento se llamaba El ruiseñor y aquel sencillo dibujo había conseguido hacerme entender, a los seis años, que había otra forma de contar los cuentos, una forma feliz de lenguaje que no necesitaba de las palabras. Así era el arte.

Con el tiempo, fue un placer comprobar que la historia que contaban las letras era la misma que se explicaba en el dibujo y que el arte y la literatura eran, al fin, dos modos fascinantes de contar el mundo de las cosas inefables. Por un lado las palabras, sujetas sólo al orden lineal de la sintaxis y libres en lo demás para nombrar lo que existe, o para crear lo que no existe pero pensamos que debería existir. Y por otro el cromatismo, la luz, la intención libre que hay detrás de cada trazo. Dos oficios extraños que se construyen con la materia mentirosa de las ficciones y que, paradójicamente, nos desvelan una verdad más profunda que quizá no podría ser formulada de otro modo. Sin saberlo, Marta Ribas me había abierto un camino de sorpresas que conduciría luego, por esos mismos terrenos del asombro, a las tinieblas dramáticas de Caravaggio, al azul desalentado de Van Gogh, a los rojos violentos del fauvismo, al aire transparente de Velázquez o a las pieles exóticas, tostadas por el mar, de las islas de Gauguin.

Entender que detrás de esa belleza había un mensaje fue mi primera revelación del arte. La segunda tuvo lugar muchos años después, ya en la Facultad de Medicina. En un seminario práctico de psiquiatría, el profesor sacó del bolsillo de su bata unas viejas cartulinas que llevaba precariamente atadas con una goma elástica. Una vez liberadas, las repartió boca abajo como quien da una mano de cartas y nosotros las recogimos con reservas fingidas de jugador de póquer, sin saber todavía de qué iría el juego. “Cuéntenme qué ven ustedes ahí”, nos dijo. Cada cartulina mostraba una extraña mancha de tinta. Eran perfectamente simétricas, la mayoría de color negro, algunas bícromas, en rojo y negro, y el resto en colores muy vivos. “Yo veo un murciélago”, dijo uno enseñando un dibujo que a mí me pareció una mariposa nocturna. “El mío es un caballito de mar”, “dos camareros con esmoquin”, “un muslo de pollo”, “dos ciervos”, “un pulpo y dos cangrejos”... “Esas interpretaciones ─sentenció el profesor─ son las que daría cualquier sujeto normal, psicológicamente sano”. Sonreímos aliviados al oírlo. “Aunque podría decir también ─añadió─ que están ustedes más cerca de la mediocridad que de la genialidad, porque sólo los genios ven aquí cosas realmente originales”. Aquel diagnóstico, todavía no sé si tranquilizador o preocupante, fue nuestro primer contacto con el famoso test de Rorschach, una colección de diez manchas de tinta, deliberadamente ambiguas, que el psiquiatra suizo aplicó como test de personalidad. Es un modo muy ingeniososo de sacar a la luz esas claves inconscientes que ponemos en juego al interpretarlas. Desde entonces, no logro eludir la sensación de que cada obra de arte tiene algo de espejo y de que parte de su impacto se debe a los elementos inconscientes que reflejamos en ella. De hecho, reconozco una buena pintura cuando me resulta difícil decidir a qué lado del marco vivo yo. Después de Rorschach, mirar un cuadro no es sólo un placer estético, sino también un ejercicio intelectual para entendernos a nosotros mismos, una intrusión por los senderos del alma, por los caminos cenagosos de los sueños. Así es el arte: estética, mensaje e introspección unidos en una sola experiencia.

Algunos lo ven también como un modo refinado de evasión. Y es verdad que podemos escaparnos por la estrecha ventana de un cuadro de Piero della Francesca o huir por el exiguo espacio que delimitan los márgenes de cualquier página de Borges para librarnos, por un momento, de la asfixia de un mundo anodino y mediocre. Pero también es cierto que la experiencia nos permite volver, al menos, reconfortados por la belleza y, con suerte, un poco más capaces de entender el mundo, de redescubrirlo bajo insospechadas luces, de entender que aquellas sombras no son sólo oscuridades, sino el modo que tiene la luz de abrirse paso y perfilar el verdadero relieve de las cosas. Como el arte, el mundo es también un mapa de deslumbramientos y de sombras que se necesitan mutuamente para existir.

Mis hijos saben que el ruiseñor eriza las plumas de la garganta en sus gorgeos y levanta inquieto la cola, exactamente tal como lo había dibujado Marta Ribas en aquel cuento. Lo hemos visto juntos muchas veces, en la penumbra de las saucedas. Su silbido, fuerte y melodioso, se impone fácilmente sobre el rumor de las aguas. Cada vez que eso ocurre nos quedamos muy quietos de repente, mirando hacia las oscuridades de las frondas y lo escuchamos con la misma atención reverenciosa que aquel mandarín del cuento.

Con la periodista Soledad Gomis Bofill en el acto de entrega del Premio Enrique Ferrán. Auditorio de la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Universidad Ramón Llull.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Se regalan abrazos. Razón: aquí.








Ésta es la web oficial del movimiento FREE HUGS: http://www.freehugscampaign.org/

(Agradezco mucho a Eloísa y a José Ignacio Fernández el vídeo y sus abrazos, que me han llegado y reconfortado, incluso desde la distancia física que nos separa, sin perder ni un ápice del cariño que sé que ambos han puesto en ellos. Correspondo, como no podía ser menos, con otro abrazo igualmente entrañable).

jueves, 17 de noviembre de 2011

"El Ciervo" cumple 60 años


La revista cultural El Ciervo nació en Barcelona en 1951, hace ahora 60 años. Para los aficionados a los récords, se dice de ella que es la revista cultural española que se ha mantenido más tiempo como publicación ininterrumpida. Desde sus inicios se distinguió ya del resto por su inspiración cristiana, por su pensamiento de vanguardia, por la libertad de expresión de la que gozan sus colaboradores y por un acercamiento al mundo y a la realidad social desenfadado y libre de temores o de condenas.

60 años después El Ciervo mantiene ese mismo rumbo, que nos recuerda al Concilio Vaticano II y a la revolución en los modos que supuso esa bocanada de aire fresco para la Iglesia. Desde entonces, asustados por el rumor de la calle, algunas calvas apostólicas se han apresurado a cerrar de nuevo las ventanas que abrió tan campechanamente Juan XXIII, a echar las cortinas y a hacer una teología institucional de puertas cerradas y aire enrarecido, como la de la Iglesia primitiva antes de Pentecostés.

En estos tiempos oscuros, a muchos cristianos El Ciervo nos mantuvo viva la esperanza de que otro modo de concebir la Iglesia era posible. Fue en El Ciervo donde escuché decir a Díez-Alegría que "Dios no es serio, sino divinamente humorista" y que nosotros necesitamos urgentemente en nuestra vida de ese humorismo divino. También fue en El Ciervo donde Rosario Bofill logró hacer el compendio más lúcido que nunca he visto del mensaje cristiano: "el Evangelio es una actitud, la doctrina vino luego". Estas nueve palabras constituyen el catecismo más breve que conozco, y superan en profundidad y en perspectiva histórica a cualquiera de las sesudas ediciones que se hayan hecho.

Hace casi un mes, en la mañana del 19 de octubre, Rosario Bofill (Roser Bofill i Portabella) murió en su casa de Barcelona, rodeada de sus hijas, tras unos meses de enfermedad. Roser dedicó toda su vida profesional al periodismo. En 1956 empezó en El Ciervo, donde fue redactora jefe hasta 1990. Ese año pasó a compartir la dirección con su marido, el periodista Lorenzo Gomis. Tras la muerte de éste, en 2006, fue la directora única. Desde 1974 dirigió también la revista Foc Nou y formó parte del consejo de redacción de Dialogal.

Hace unos años publiqué en El Ciervo un artículo, no exento de cierta polémica. Se titulaba "Diez deseos para un cambio" y era un manifiesto personal sobre el rumbo que, en mi opinión, debía asumir la Iglesia en el futuro. La revista lo acogió con la libertad incondicional que brinda a sus colaboradores, incluso cuando lo que escriben puede molestar a algunos bien pensantes. Del mismo modo, se habilitó un espacio para que mis palabras pudieran ser oportunamente contestadas, de acuerdo con las normas elementales del diálogo civilizado.

Por todas estas razones, considero un honor que la revista haya decidido concederme el Premio Enrique Ferran de artículos periodísticos de este año por el texto de "El ruiseñor y el mandarín o los tres dones del arte", que aparecerá en el próximo número. Me llaman muy amablemente para felicitarme. Y soy yo el que tiene que felicitarles a ellos por tantos años de esperanza en que las cosas pueden mejorar, por tantos números llenos del humorismo divino del que hablaba Díez-Alegría y llenos, sobre todo, de la actitud evangélica, honesta y libre, que nos proponía Roser.

Para visitar la web de El Ciervo, éste es el enlace.
Invito desde aquí a los lectores del blog de Kircher que estén por Barcelona el día 24 (pulsar sobre la tarjeta de invitación para ampliarla):


jueves, 10 de noviembre de 2011

Eduardo Galeano

Una entrevista con dos magníficas perlas:
¿Para qué sirve la utopía? (una parábola de Fernando Birri) y "El derecho al delirio" (texto de Eduardo Galeano).



(Nos envía la referencia Mercedes García Pazos. ¡Gracias, Mercedes!).-

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Vargas Llosa y Eduardo de Ory

Ilustración: Fernando Vicente, EL PAÍS

A comienzos de septiembre, el Instituto Cervantes publicó en su sede virtual este texto. Lo titulé "Vargas Llosa y la ética feliz de las mentiras", en alusión al magnífico ensayo sobre la novelística del siglo XX, "La verdad de las mentiras", que el nobel publicó en 1990 y amplió luego en 2002 con nuevos capítulos.

El diario El Heraldo de Aragón publicó también en su suplemento cultural Artes&Letras una versión ampliada de ese mismo texto.

Recientemente, la Real Academia Hispanoamericana ha tenido a bien distinguir este artículo con el premio Eduardo de Ory de periodismo 2011. 

Me ha sorprendido y alegrado mucho recibir esta misma mañana un amable correo del propio Vargas Llosa. Lo copio aquí, junto con mi respuesta. Creo que, para poder leerlo, tendrán que pulsar sobre la imagen:

¿Qué más se puede pedir? Transcribo aquí el artículo, tal como apareció en la revista electrónica Rinconete del Instituto Cervantes.

La caricatura que acompaña a estas líneas es del ilustrador madrileño Fernando Vicente, buen amigo de este blog y colaborador habitual del diario El País. No os perdáis su web ni su blog, donde aparecen sus trabajos más recientes. Sus datos biográficos pueden consultarse en este número de la revista Panacea.

Al final del texto encontrarán otro retrato del nobel, salido esta vez de la mano entusiasta del profesor Francisco Herrera, que, además de apasionado lector y experto en las relaciones entre Medicina y Literatura, es, como puede verse, un inspirado caricaturista. 

Vargas Llosa y la ética feliz de las mentiras

Por Juan V. Fernández de la Gala

Cuando era niño, a Mario Vargas Llosa le gustaba corregir las historias de aventuras que leía e inventarles finales prodigiosos, diferentes, más a su gusto. Intentaba hacer con la ficción lo que la realidad casi nunca nos permite. Lo malo fue que aquella taumaturgia literaria que usaba el niño Varguitas para enmendar de su puño y letra el destino contrariado de los personajes que admiraba, le torció también a él la vocación para los restos. Ni la obstinación de su padre, ni las estrictas reglas del Colegio Militar Leoncio Prado, lograron salvarlo de su destino de escritor.

Poco después, con sólo catorce años, tecleaba ya sus propios textos periodísticos en el diario La Crónica de Lima. Y así ha seguido desde entonces. Comprendió muy pronto que el periodismo sería la sombra inseparable de su actividad literaria, porque era el mejor modo de sentir los adoquines de la calle bajo la suela de sus zapatos, de participar, a su manera, en el parlamento popular de las esquinas, de hacer la crónica fiel del tiempo cruzando sobre los hechos cotidianos, sobre el rumor cívico de los semáforos y las cafeterías.

Por fortuna, es larga la lista de los escritores que han sabido combinar, con singular destreza, la creatividad narrativa y el periodismo de opinión. El trabajo de Antonio Machado en La Vanguardia, el de Álvaro Cunqueiro en El Faro de Vigo o el de Miguel Delibes en El Norte de Castilla, son sólo tres ejemplos, desordenados pero felices, de una fascinación que no es casual. También hoy, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez acostumbran a imprimir en papel de periódico la letra de sus pensamientos. A pesar de sus conocidas diferencias ideológicas y de sus supuestas desavenencias privadas, ambos escritores han coincidido siempre en muchas cosas. El brillo de su genio es sólo una. También lo es su defensa encandilada del periodismo como instrumento literario. Basta con degustar el verbo atrevido y transparente de sus artículos para comprobar hasta qué punto puede vestirse el lenguaje periodístico de una belleza precisa, diáfana y urgente.

Piedra de toque es el título de la columna de Vargas Llosa en el diario El País, que viene apareciendo también, desde 1992, en toda una red de publicaciones afiliadas. Y creo que no es casual que haya elegido este nombre extraño y de sonoridades arcaicas. La piedra de toque es el procedimiento que los orfebres han venido utilizando desde los tiempos remotos de Teofrasto, allá por el siglo IV antes de Cristo, para comprobar la calidad de los metales. El oro de ley, frotado sobre la piedra de toque, deja una marca que, al ojo experto del joyero o del tasador, resultará distinguible fácilmente de aleaciones fraudulentas o falsificaciones groseras.

En el mercado de las ideas que circulan por nuestro mundo, se agradecen también las piedras de toque. Nos ayudan a interpretar mejor los signos de los tiempos, la gravedad o la futilidad pasajera de nuestras perplejidades diarias; nos enseñan a distinguir el humo del fuego y el gesto de la intención. Sólo si adquirimos el hábito diligente de frotar los hechos contra la piedra de toque de la reflexión, nos mantendremos alerta frente al oropel barato de los lugares comunes o a los engañosos destellos de la demagogia.

Vargas Llosa, siempre fiel al principio unamuniano de la propia contradicción, ha sabido evolucionar ideológicamente desde el marxismo más ingenuo de su primera juventud hasta esa serenidad centradamente escéptica que alumbra hoy en su prosa. Y en el transcurso de este viaje no ha cesado de indagar, de asombrarse, de conocer, de escudriñar y de decepcionarse. De todo ello ha dejado cumplida constancia notarial en su trabajo periodístico, ya sea en forma de notas de viaje, recensiones bibliográficas, reseñas de lecturas, crónicas de actualidad o impresiones del mundo trazadas a vuelapluma o escritas con la sensatez cartesiana de la ponderación. Seix Barral y El País-Aguilar han logrado rescatar para siempre estos textos y salvarlos de la caducidad amarillenta de los quioscos. Gracias a su esfuerzo editorial, este periplo aleccionador de reflexiones y escollos que es la biografía intelectual de Mario Vargas Llosa, se ha podido recopilar en varios títulos. Contra viento y marea, Desafíos a la libertad, El lenguaje de la pasión, Diario de Irak, Israel-Palestina: paz o guerra santa y Sables y utopías, son ejemplos de un esfuerzo reflexivo por entender la realidad del mundo justo en la transición del milenio, reflexiones provechosas siempre, siempre iluminadoras, incluso para quienes no compartimos algunos de sus presupuestos ideológicos o su desencanto con las viejas utopías.

Hoy, pasada ya «la catástrofe del Nobel» —como solía decir Cajal—, Vargas Llosa conserva aún su pulcra prestancia de diplomático y esa misma sonrisa de medio lado que lucían, seductores, los viejos galanes latinos; una sonrisa que estalla fácilmente en sonora carcajada cuando la parte más afable de Mario se siente a gusto. Dicen algunos que el Nobel de Vargas Llosa ha sido más un reconocimiento a su constancia —a su «terquedad», como él mismo dice— que al deslumbramiento. Pero no cabe duda de que su palabra, ya sea escrita en letra impresa o pronunciada, con dulce prosodia cantarina, desde las más altas tribunas, tiene siempre el refrendo ético de su experiencia comprometida, de quien ha reprobado por igual el pragmatismo deshumanizado del capitalismo y los falsos eslóganes del populismo más simplista. Desde su Piedra de toque no ha dudado en criticar abiertamente, y sin eufemismos, el delirante mesianismo chavista, la dictadura embalsamada de Fidel Castro, el provincianismo de los nacionalistas radicales o esa plaga inextinguible que pudo haber sido la dinastía Fujimori en el Perú. Una voz comprometida con sus propias convicciones, que no sigue el viento cambiante de las modas y que alerta del peligro que los poderes económicos o los poderes políticos, de cualquier signo o ralea, pueden llegar a suponer para el ejercicio libre del periodismo. San Fernando, en Cádiz, fue testigo hace unos meses de la entrega a Vargas Llosa del Premio en Defensa de la Libertad de Expresión, reconocimiento que concede la Asociación Interamericana de Radiodifusión a quienes destacan precisamente en este esfuerzo. El Real Teatro de Las Cortes, un espacio que conserva aún en sus paredes aquel rumor vibrante de libertad que alentara la Constitución de 1812, fue el escenario apropiado para que el entonces vicepresidente Pérez Rubalcaba, agradeciera al nobel su curtido compromiso en este empeño.

Sin embargo, a pesar de que lleva más de cincuenta años escribiendo, hay todavía una cuestión que a Vargas Llosa le inquieta responder: cuando le preguntan si se retrata en sus ficciones del mismo modo realista y desinhibido como lo hace en sus columnas. Entonces Vargas Llosa duda, se rasca la mitad de su ceja peruana, piensa un poco, pierde un momento la mirada en el espacio que hay delante de él y luego contesta unas veces que no y otras veces que sí, y unas veces que sí y otras veces que no. Y siempre se queda con la sensación incómoda de no haber sabido responder a un viejo galimatías personal. ¿Cómo explicar que un edificio formado por el espejismo de las palabras no puede ser habitado por seres reales? ¿Cómo explicar que el orden aparente en que los hechos son narrados no es más que un artificio literario? ¿Y cómo aclarar, de una vez por todas, que la literatura es el modo más hermoso de mentir que existe, sabiendo que dentro de cada mentira de la ficción hay una verdad profunda que no podría ser formulada de otro modo?

Para Mark Twain, sin embargo, el dilema no tenía vuelta de hoja: según él, la principal diferencia que marcaría los límites entre realidad y ficción es que, al contrario que la realidad, la ficción se nos antoja absolutamente creíble. Probablemente la literatura y el arte sean los únicos territorios paradójicos en los que las mentiras alcanzan a ser las grandes maestras de la verdad. Vargas Llosa lo sabe y ha demostrado conocer muy bien los secretos atajos que las unen.

(Tomado de Cervantes Virtual. Revista literaria Rinconete, 6 de septiembre de 2011)


(Fuente de la imagen: Un grabado del Dr. Francisco Herrera Rodríguez en la obra: RAMOS ORTEGA, M.J. (2011): Discurso y celebración literaria: Cervantes hispanoamericanos. Cádiz, Real Academia Hispanoamericana. p. 8).

miércoles, 26 de octubre de 2011

Paleopatología de la necrópolis de Burgo de Osma, de Jesús Herrerín


El profesor Jesús Herrerín, de la Universidad Autónoma de Madrid, acaba de publicar este interesante monográfico sobre la necrópolis de mendicantes de Burgo de Osma (Soria). Se titula Paleopathological discoveries in an unusual necropolis of mendicants y, desde luego, ha sido editado en un formato muy atractivo por Soriaedita. Pero, como ocurre con los buenos libros, lo mejor está dentro. Basta abrir la cuidada cubierta (conviene hacerlo lentamente, como quien abre la tapa de un sarcófago) para encontrar dentro la detallada investigación del profesor Herrerín, que viene acompañada por cerca de 250 ilustraciones en color.

Felicitamos desde aquí a Jesús por un libro que será, sin duda, un disfrute para los especialistas en antropología física, antropología forense y paleopatología y para todos aquellos que se interesen por el mundo de lo que hoy se ha dado en llamar "arqueología de la muerte".


Si alguien desea adquirirlo, puede ponerse en contacto con la editorial (info@soriaedita.com) o directamente con el autor (jesus.herrerin@uam.es). También encontraréis más información sobre el mismo en la página web de Soriaedita: www.soriaedita.com.

viernes, 21 de octubre de 2011

Convocatorias: Ciencia y Filosofía



Miércoles,  26 de octubre | 18h | Conferencia
Filosofía y Ciencia: el diálogo necesario
a cargo del Dr. Eduard Bonet i Dr. Arnau Puig

Esta conferencia forma parte del ciclo:
VIVIR HOY. UNA APROXIMACIÓN AL MUNDO ACTUAL DESDE EL DIÁLOGO ENTRE FILOSOFÍA, ARTES,CIENCIAS Y VIDA 

c/ Hospital, 64
BARCELONA

domingo, 16 de octubre de 2011

Necrológica: Steve Jobs

(Moisés, ven a conocer a Steve. Va a modernizar tus tablas)

Más sobre Steve Jobs:
Biografía del fundador de Apple y de Pixar, en Wikipedia.
Hace unos años colgamos en este mismo blog la conferencia (really inspirational) de Steve Jobs ante los alumnos de Stanford (California), en la que desgranaba las tres grandes lecciones que había recibido de la vida. Muy recomendable. El vídeo está subtitulado en español y éste es el enlace.

[Agradezco al profesor Leandro Sequeiros la referencia de esta simpática viñeta.]

Convocatorias: "Un día en la UCA"

Es posible visitar la exposición itinerante con las mejores fotografías del concurso UN DÍA EN LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ. Patio del Edificio Constitución 1812 (antiguo Aulario La Bomba, frente al Parque Genovés).  Hasta el 27 de octubre.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Joe Cocker: con una ayudita de mis amigos


With a little help from my friends (1969) fue el primer gran éxito de Joe Cocker y sigue siendo una referencia obligada en la historia de la música del siglo XX. La canción era originalmente de The Beatles y fue escrita por el prolífico tándem Lennon-McCartney, pero la versión de Joe Cocker, el alma desgañitada de Sheffield (The Sheffield soul shouter), supera con creces aquella versión original que cantó Ringo Star. Al parecer John Lennon la tituló inicialmente Badfinger Boogie (el Boogie del dedo malo), porque la tuvo que componer al piano prescindiendo de su dedo índice, a resultas de una lesión fortuita.

A los aficionados a mirar las cosas por el lado clínico, les gustará saberlo. Ellos se fijarán posiblemente también en el tórax enfisematoso del cantante y, sobre todo en los extraños movimientos convulsos de brazos y manos con que acompaña su interpretación. Algunos han creído ver aquí las secuelas neurológicas de aquellos años setenta en que Cocker tocó fondo en el mundo del alcohol y la heroína. Otros sostienen que se trata sólo de una forma muy particular de sentir la música con las manos, en una especie de éxtasis motórico, como si sostuviera una guitarra invisible o como si acariciara las teclas de un piano.

Completamos la entrada con un primer vídeo del Joe Cocker más maduro, acompañado por el guitarrista de Queen, el astrofísico Brian May y sus conocidas poses. Ese que toca tan bien la batería es el cantante Phil Collins, que comenzó su carrera, precisamente como batería, en el grupo Genesis, del que luego, tras la marcha de Peter Gabriel, pasó a ser vocalista. Por desgracia, el pasado mes de marzo Collins anunció su retirada por motivos graves de salud. 





El segundo vídeo es del Cocker más juvenil de los tiempos de Woodstock, cuando contaba sólo 25 años y le pilló desprevenido el éxito. Y el tercero, lamentable y perfectamente prescindible, es la imagen de un hombre completamente hundido en vapores tóxicos, con la mirada perdida en ningún sitio y al que le resulta un reto el solo hecho de mantenerse de pie en el escenario. Por fortuna, Joe Cocker logró salir de aquel pozo, quizá "con una pequeña ayuda de sus amigos". 







Incorporamos también al final la letra que Lennon y McCartney escribieron a modo de diálogo entre el solista y el coro. La parte del coro es la que figura entre paréntesis.
Espero vuestros comentarios, si a alguien le apetece dejarlos.


WITH A LITTLE HELP FROM MY FRIENDS

What would you do 
If I sang outta tune
Would you stand up
And walk out on me?

Lend me your ears
And I'll sing you a song
I will try not to sing outta key
'Be outta tune'

'Oh baby high, without no key'
(High with a little help from my friends)
'All I need is my buddies'
(High with a little help from my friends)
'I say I'm gonna get even higher, all I want'
(High with a little help from my friends)
'Whoa-oh whoa-oh, oh yeah'
(Woo-ooo-ooo)

What do I do when my love is away
(Does it worry you to be alone?)
'No-no'
'How do I feel at the end of the day?'
(Are you sad cause you're on your own?)
'l can't, don't even say it no mo' 

(By with a little help from my friends)
'Gonna get by without a friend, with a little tune'
(High with a little help from my friends)
'Yeah, yeah, yeah, I'm gonna'
(Try with a little help from my friends) 
'People there that I know of'
(Woo-ooo-ooo)

(Do ya need anybody?) (Do ya need any money)
'I need someone to love'
(Could it be anybody?) 
'All I need is someone to love'
'Won't you try, oh yeah'
'Some love between your soul, now'