¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

martes, 30 de octubre de 2007

Biología: El osmómetro de Dutrochet

En este vídeo podrás comprobar visualmente el fenómeno de la ósmosis.

Imaginemos que dentro de la cápsula hay una solución saturada de una sal (sulfato de cobre, de color azul). Dicha cápsula está sumergida en un vaso de precipitados lleno de agua del grifo. Ambas disoluciones, de muy diferente concentración, están en contacto a través de una membrana semipermeable (sujeta a la cápsula con una goma elástica). Se desencadena entonces una corriente osmótica muy violenta que lleva las moléculas de agua desde el vaso (donde la concentración es baja) a la cápsula (donde la concentración es alta), a fin de igualar las concentraciones. Vemos, por ello, ascender el nivel del líquido en la cápsula.

En los últimos segundos del experimento verás que la columna azul baja de repente. Se debe a la rotura accidental de la membrana, que es frágil y no ha soportado la presión osmótica ejercida. No olvides que ósmosis, en griego, significa precisamente empuje.



Lo que has visto aquí lo expuso ya en 1828 el médico francés Henri Dutrochet. Él añadía una columna de mercurio al extremo del tubo vertical, que marcaba exactamente la presión osmótica ejercida sobre una escala graduada. El aparato resultante se denomina OSMÓMETRO.
Dutrochet había ejercido un tiempo como médico militar en el hospital de Burgos, hasta que en 1809 contrajo el tifus y se volvió a Francia para dedicarse por entero a la investigación científica. Fue una de las primeras personas en sostener que todos los seres vivos están formados, estructural y funcionalmente, por asociación de células y en comprobar experimentalmente que durante el proceso de la fotosíntesis se desprende oxígeno. Realizó también importantes descubrimientos sobre el desarrollo embrionario.
Puedes conocer más datos de la vida de Dutrochet pinchando este enlace a la wikipedia francesa.

lunes, 29 de octubre de 2007

Amos Oz: La mujer de la ventana

Discurso de Amos Oz, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007












LA MUJER DE LA VENTANA

Si adquieres un billete y viajas a otro país, es posible que veas las montañas, los palacios y las plazas, los museos, los paisajes y los enclaves históricos. Si te sonríe la fortuna, quizá tengas la oportunidad de conversar con algunos habitantes del lugar. Luego volverás a casa cargado con un montón de fotografías y de postales.

Pero, si lees una novela, adquieres una entrada a los pasadizos más secretos de otro país y de otro pueblo. La lectura de una novela es una invitación a visitar las casas de otras personas y a conocer sus estancias más íntimas.
Si no eres más que un turista, quizá tengas ocasión de detenerte en una calle, observar una vieja casa del barrio antiguo de la ciudad y ver a una mujer asomada a la ventana. Luego te darás la vuelta y seguirás tu camino.

Pero como lector no sólo observas a la mujer que mira por la ventana, sino que estás con ella, dentro de su habitación, e incluso dentro de su cabeza.
Cuando lees una novela de otro país, se te invita a pasar al salón de otras personas, al cuarto de los niños, al despacho, e incluso al dormitorio. Se te invita a entrar en sus penas secretas, en sus alegrías familiares, en sus sueños.


Y por eso creo en la literatura como puente entre los pueblos. Creo que la curiosidad tiene, de hecho, una dimensión moral. Creo que la capacidad de imaginar al prójimo es un modo de inmunizarse contra el fanatismo. La capacidad de imaginar al prójimo no sólo te convierte en un hombre de negocios más exitoso y en un mejor amante, sino también en una persona más humana.


Parte de la tragedia árabe-judía es la incapacidad de muchos de nosotros, judíos y árabes, de imaginarnos unos a otros. De imaginar realmente los amores, los miedos terribles, la ira, los instintos. Demasiada hostilidad impera entre nosotros y demasiada poca curiosidad.
Los judíos y los árabes tienen algo en común: ambos han sufrido en el pasado bajo la pesada y violenta mano de Europa. Los árabes han sido víctimas del imperialismo, del colonialismo, de la explotación y la humillación. Los judíos han sido víctimas de persecuciones, discriminación, expulsión y, al final, el asesinato de un tercio del pueblo judío.


Cabría suponer que dos víctimas, y sobre todo dos víctimas de un mismo perseguidor, desarrollarían cierta solidaridad entre ellas. Desgraciadamente las cosas no son así, ni en las novelas ni en la vida real. Por el contrario, algunos de los conflictos más terribles son aquellos que se producen entre dos víctimas de un mismo perseguidor. Los dos hijos de un progenitor violento no tienen por qué amarse necesariamente. Con frecuencia ven reflejada el uno en el otro la imagen del cruel progenitor.


Exactamente así es la situación entre judíos y árabes en Oriente Medio: mientras los árabes ven en los israelíes a los nuevos cruzados, la nueva reencarnación de la Europa colonialista, muchos israelíes ven en los árabes la nueva personificación de nuestros perseguidores del pasado: los responsables de los pogroms y los nazis.


Esta realidad impone a Europa una especial responsabilidad en la solución del conflicto árabe-israelí: en lugar de alzar un dedo acusador hacia una u otra de las partes, los europeos deberían mostrar afecto y comprensión y prestar ayuda a ambas partes. Ustedes no tienen por qué seguir eligiendo entre ser pro-israelíes o pro-palestinos. Deben estar a favor de la paz.


La mujer de la ventana puede ser una mujer palestina de Nablus y puede ser una mujer israelí de Tel Aviv. Si desean ayudar a que haya paz entre las dos mujeres de las dos ventanas, les conviene leer más acerca de ellas. Lean novelas, queridos amigos, aprenderán mucho.


Las cosas irían mejor si también cada una de esas dos mujeres leyese acerca de la otra, para saber, al menos, qué hace que la mujer de la otra ventana tenga miedo o esté furiosa, y qué le infunde esperanza.


No he venido esta tarde a decirles que leer libros vaya a cambiar el mundo. Lo que he sugerido es que creo que leer libros es uno de los mejores modos de comprender que, en definitiva, todas las mujeres de todas las ventanas necesitan urgentemente la paz.


Quiero agradecer a los miembros del jurado del premio Príncipe de Asturias que me hayan otorgado este maravilloso Premio.

Muchas gracias y mis mejores deseos a todos ustedes. Shalom u-brajá.


El Pais Traducción del hebreo de Raquel García Lozano

miércoles, 24 de octubre de 2007

Conferencia sobre Bioética en El Puerto:

CONFERENCIA AULA FE-CULTURA "LOYOLA":

LA EUTANASIA: ¿un derecho o una agresión?

por Eduardo López Azpitarte, profesor de Teología Moral en la Universidad de Granada


Jueves 25 de octubre a las 20:00 horas
Salón de Actos del Colegio SAFA-San Luis. El Puerto de Santa María (Cádiz)
El profesor López Azpitarte es una de las voces más autorizadas en Bioética de nuestro país. Sus enfoques y actitudes nacen del diálogo y la apertura a otras visiones, confesionales o no, y están lejos de los dogmatismos y la cerrazón que a veces caracteriza a ciertos sectores de la Iglesia católica más conservadora y temerosa. Merecerá la pena escucharle.

martes, 9 de octubre de 2007

Tres grandes lecciones de la vida que no aprenderás en clase:

Éste es el discurso de Steve Jobs en la ceremonia de graduación de la prestigiosa Universidad de Stanford (California).

Contiene tres grandes lecciones sobre la vida que merece la pena meditar. Son éstas:

1) CONECTAR LOS PUNTOS: Sólo se pueden unir los puntos clave de tu vida mirándola retrospectivamente. Si sólo miras hacia delante muchas veces no entenderás dónde estás, ni por qué, ni para qué.

2) AMOR Y PÉRDIDA: Se puede sacar una lección útil de los fracasos. Los éxitos no suelen enseñarnos nada. Procura hacer lo que amas y amar lo que haces.

3) LA MUERTE: La gente que se ha sentido alguna vez cerca de la muerte entiende de repente qué es lo realmente importante de toda esta vida apresurada que llevamos. Aprendamos de esa experiencia impagable.

El vídeo, tomado de You Tube, está dividido en dos partes. Aquí están: