¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

jueves, 25 de marzo de 2010

El río Tinto es un parque marciano:


El científico Juan Pérez Mercader dirigirá un proyecto que se extenderá durante los próximos cinco años y que tiene entre sus objetivos la detección de formas de vida en zonas de la faja pirítica donde no llega la energía solar, un trabajo que tiene prevista una inversión de 3,4 millones de euros.

La faja pirítica es una vasta zona geográfica que se extiende a lo largo de gran parte del sur de la Península Ibérica, con una longitud estimada de 250 kilómetros de largo y de 30 a 50 de ancho, desde Alcácer do Sal (Portugal), al noroeste, hasta las provincias de Huelva y Sevilla.

La idea es explorar las zonas profundas de la faja pirítica, de 200 a 1.000 metros de profundidad, utilizando tecnología de vanguardia. Todo ello con el fin de disponer de un conocimiento instantáneo del hábitat subterráneo y de los parámetros físico-químicos relacionados con la actividad biológica, de forma que se genere información esencial para reconocer flujos de energía y de materia. Este campo de estudio se ha dado el llamar geomicrobiología subterránea y se cree que aclarará muchas de las incógnitas surgidas en el proyecto Marte de la NASA (2003-2005). Se buscarán expresamente formas de vida que no dependan directamente de la energía solar.

Como base se tomará al propio río Tinto, que da nombre al pueblo onubense, que cuenta con un ambiente extremo inusual: un pH ácido constante, una elevada concentración de metales pesados y, a pesar de ello, un elevado nivel de biodiversidad, principalmente eucariótica. La existencia de estos organismos capaces de sobrevivir en situaciones aparentemente tan extremas (se denominan por ello "extremófilos", es decir, adaptados a condiciones extremas), tan alejadas de las que tradicionalmente se han considerado como "ideales" para la vida, hace que nos replanteemos de otro modo las clásicas preguntas sobre las posibilidades de vida fuera de nuestro planeta.

Hoy en día se sabe que las condiciones extremas del Tinto no se deben a la actividad minera, sino al metabolismo de microorganismos capaces de obtener energía a partir de los sulfuros metálicos de la faja pirítica, y su estudio será clave en la conclusiones finales de este proyecto. Es decir, los microbiólogos y astrobiólogos del siglo XXI han cambiado su estrategia: se han dado cuenta de que deben estudiar Huelva para entender Marte.


3 comentarios:

  1. Sin duda, un lugar de fuera de la Tierra.

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  2. Hola, interesante el blog, he venido de visita por recomendacion de Francisco doña, y me voy a quedar por aqui un buen rato.
    Saludos

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  3. En realidad siempre que se buscan condiciones parecidas a la de nuestro planeta en otros para "saber" si hay vida... Yo pensaba que era una terrible limitación, puesto que no sería buscar vida si no buscar vida tal y como la conocemos.

    Aunque en nuestro planeta la vida apareciera bajo unas determinadas condiciones, no quiere decir que en otros planetas en los que existan otras condiciones no haya vida, quiere decir que si hay vida, será diferente, simplemente.

    Un saludo :).

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