Desde el monasterio de Santa María la Real, en Fitero (Navarra) nos llega esta curiosa imagen que guarda, en su muda quietud, una tragedia humana. La historia no sólo está hecha de gestas gloriosas y de batallas crueles, sino también de pequeños dramas personales como éste.
La foto corresponde a un enterramiento medieval en el que se han encontrado los restos de una mujer adulta, supuestamente fallecida durante el parto. Encajado en la pelvis aparecen los restos de un niño a término, en posición transversa, una complicación que hasta el siglo XVII no aprendimos a resolver adecuadamente y era causa frecuente de muerte para la madre y para el niño.
La datación de los restos (en el tránsito del siglo XV al XVI) ha podido hacerse gracias a una moneda que portaba la madre.
El monasterio de Santa María la Real en Fitero (Navarra) |
Fue Justine Siegemundin, comadrona de la corte alemana, la que practicó y difundió en sus escritos, a finales del siglo XVII, una doble maniobra para hacer girar al niño en el vientre de la madre y lograr así un parto más fácil.
La otra alternativa para estos casos de distocia era la cesárea, descrita ya en el XVI, pero con altos índices de mortalidad, como es fácil comprender, pues los principios de la anestesia, la asepsia y la hemostasia en los partos no se desarrollarían hasta el siglo XIX.
¡Impresionante, querido Juan!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir tus conocimientos de forma tan interesante y amena.
¡Un abrazo!