El ingenio del poeta es capaz de convertir en obra de arte hasta el tema más prosaico. He aquí un buen ejemplo: un poema de Antonio Machado al que Alberto Cortez puso música y que Joan Manuel Serrat supo interpretar y divulgar con su inconfundible estilo.
LAS MOSCAS
Vosotras las familiares
inevitables, golosas
vosotras moscas vulgares
me evocáis todas las cosas.
Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil.
Moscas de todas las horas
de infancia y adolescencia
de mi juventud dorada
de esta segunda inocencia
que da el no creer en nada,
en nada.
Moscas del primer hastío
en el salón familiar
las claras noches de estío
en que yo empecé a soñar.
Y en la aborrecida escuela
raudas moscas divertidas
perseguidas, perseguidas
por amor de lo que vuela.
Yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado
sobre el librote cerrado
sobre la carta de amor
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas
que ni labráis como abejas
ni brilláis cual mariposas
pequeñitas, revoltosas
vosotras amigas viejas
me evocáis todas las cosas.
(Antonio Machado)
Machado me evoca a mi las lecturas juveniles de poesia, sobre todo de la suya, en toma y daca con mi hermano mayor, qué tiempos.
ResponderEliminarY Serrat, el de todos, pero el de mi generación primero...
Vaya entrada tan entrañable para mi, supongo que para tantos otros
Well done, que diría el yupi,con perdón.
Un día de estos les dedico un poema a... LAS MOSCAS COJONERAS, que son mucho peor como musas, pero que joder, joden un juevo,nunca mejor dicho, perdón por la ordineariez.
Un saludo
Amigo Amado:
ResponderEliminarA mí tu comentario, lejos de ser ordinario, me parece extra-ordinario y profundamente ingenioso.
Conozco la especie Musca testiculi, llamada por otros autores Musca cojonensis y es realmente molesta y recalcitrante. Tanto por su insistencia como por el particular nicho ecológico que ocupa.
Un fuerte abrazo