Aquella mañana, al llegar a la escuela de la aldea, la niña le entregó a su maestra un regalo de cumpleaños.
Era un hermoso caracol.
- ¡Qué bonito! ¡Gracias! ¿Dónde lo encontraste?
La niña le dijo que esos caracoles se hallaban en la playa de Tanicuará.
La maestra se conmovió profundamente porque sabía que la niña habría tenido que caminar muchos kilómetros para encontrar el caracol.
- No debiste haber ido tan lejos sólo para buscarme un regalo.
La niña sonrió, como quitándole importancia y contestó:
- Maestra, la larga caminata es parte del regalo.
(Adaptado de un cuento anónimo).-
¡Qué cuento tan hermoso!
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