¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

lunes, 8 de septiembre de 2008

¡No te compres unas zapatillas Nike!


(Tomado de OXFAM INTERNATIONAL)

Hay más de 700 fábricas que producen las clásicas zapatillas Nike, y la ropa deportiva de esta marca. En 2001, el 40% de las zapatillas Nike se fabricaron en China, el 31% en Indonesia, un 13% en Tailandia y otro 13% en Vietnam.

Allí los trabajadores que contrata Nike tienen que producir, dependiendo de la demanda, entre 1.300 y 2.000 pares de zapatillas por día en cada una de las fábricas. Para ello se ven obligados a trabajar entre 60 y 80 horas por semana, con frecuencia en turnos de 11 horas seguidas sin descansos (ni siquiera para beber o ir al aseo). Los que se niegan a hacer horas extras reciben amenazas.

Como media, estos trabajadores ganan 2 dólares al día, lo que ni siquiera les permite mantener a su familia (se calcula que para ello sería preciso un mínimo de 7 a 9 dólares/día) y se ven obligados a habitar en barrios marginales en la inmediata proximidad de la fábrica, barrios que carecen hasta de agua corriente y alcantarillado.

Por si estas condiciones de trabajo no fueran suficientemente insanas, en 1997, el New York Times reveló que los trabajadores de Nike en Vietnam eran expuestos sistemáticamente a niveles tóxicos de tolueno durante su jornada laboral.

¿Y nosotros podemos hacer algo?
Pues sí, varias cosas:

1) No comprar productos Nike mientras esta situación persista. Y comentarlo así en la tienda de deportes, explicando abiertamente por qué optamos por otra marca.

2) Escribir una carta de protesta a Nike, redactada cortésmente, pero manifestando nuestra preocupación por las condiciones de los trabajadores asiáticos de esa empresa.

3) O apoyar a Intermón-Oxfam en su campaña "Just stop it!", que es la réplica al lema publicitario de la empresa Nike: "Just do it!"
Actúa en conciencia: ¡no te compres unas zapatillas Nike! Están manchadas de sudor injusto, de explotación, de esclavitud.

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