Nuestro jardín es pequeño cuando lo recorres o buscas una sombra amena donde sentarte a leer o a dibujar con tus hijos. Pero parece interminable cuando cavas los arriates o pasas la cortadora de césped. Ya se sabe que todo es relativo. El nuestro te permite sólo rodear la casa en una excursión que siempre se hace breve y acaba en el mismo punto en que empezó. Sin embargo, detrás de cualquier maceta o bajo la hojarasca fucsia de la bouganvillea, es capaz de albergar sitios para la sorpresa.
Uno de ellos es el sanguino (Rhamnus alaternus), un arbusto siempre verde que en esta época luce ya sus frutos maduros. Alaternus, aladierno, o simplemente ladierno, como se le llama en otros lugares, es un antiguo nombre que significa "eterno" y que se ha aplicado a muchos árboles de hoja perenne. Los frutos, antes de estar maduros, son de color rojo y son los responsables del nombre de "sanguino". Dicen que el sanguino o aladierno da buena madera para la ebanistería. Lástima que yo no tenga la destreza requerida para sacar partido a esta posibilidad.
El caso es que, hace unas semanas, nos encontramos esta ranita meridional (Hyla meridionalis), encaramada a las ramas del sanguino. Hacía muchos años que no veía ninguna.
Las Hylas no son las típicas ranas acuáticas: son arborícolas y muy buenas trepadoras. Para ello cuentan con ventosas adhesivas en los dedos, que se aprecian bien en la foto. Sólo se las ve en el agua en el momento de la reproducción. En España hay dos especies: la ranita meridional (Hyla meridionalis) y la ranita de San Antonio (Hyla arborea). Las dos con el mismo color verde pistacho tan llamativo y las dos con la misma pupila horizontal, pero se diferencian en la longitud de la banda oscura del flanco, que en la de San Antonio llega hasta las patas posteriores y en la meridional alcanza sólo a las anteriores.
Las Hylas tienen también cierta capacidad camaleónica y cambian de color según la temperatura, el entorno o el estado de ánimo. Pueden ir del amarillo al pardo o adquirir un tono grisáceo algo translúcido, pasando, claro, por ese verde tan vivo que lucen habitualmente.
A ésta no la oímos cantar por la noche, así que probablemente sea una hembra, como parece indicar también la suave coloración de la garganta, que en los machos es más oscura. No creo que se quede mucho tiempo con nosotros. Lo más probable es que un macho le mande requiebros de amor desde algún seto próximo y nuestra ranita se anime a afrontar con él nuevas experiencias.
Como ven, sólo cinco centímetros de rana, pero llenos de curiosidades.
Gomen kudasai.
ResponderEliminarConsidering the fact that it could be more accurate in giving informations.
ResponderEliminarLotto philippine nos saluda en japonés con la clásica fórmula que se pronuncia cuando alguien entra
ResponderEliminaren casa como invitado:
"Gomen kudasai"
Lo suyo es responder:
"Haitte kudasai" (pase, por favor)
To "onlinefreelottery": What do you mean exactly?
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