La pasada Huelga General del 29 de marzo ha venido cargada de lecciones interesantes. Para un gobierno que busca (y encuentra) en la crisis económica un pretexto para aplicar medidas retrógradas, carentes de la más elemental justicia social; para una oposición que no logra alzar una voz unánime y firme; para la población general sumida en la incertidumbre de dos miedos: el miedo a las represalias del empresario y el miedo a los piquetes (que en algún caso fueron algo más que "informativos").
El "dilema del churrero" lo refleja bien:
COMO EMPRESARIO, LA REFORMA LABORAL ME FAVORECE.
COMO TRABAJADOR, ME JODE.
HARÉ SEGÚN ME LEVANTE.
Perdonen las molestias
Gracias
COMO EMPRESARIO, LA REFORMA LABORAL ME FAVORECE.
COMO TRABAJADOR, ME JODE.
HARÉ SEGÚN ME LEVANTE.
Perdonen las molestias
Gracias
(Gracias, Juan Luis, por la foto)
La ventanita de una churrería es una ventana a la vida. Y la nota del churrero es pura sabiduría cargada de humor. No sé a qué hora se hizo la foto pero todo parece indicar que, el pasado día 29, el churrero actuó como trabajador. Cuanto más pequeño sea el empresario -y éste sin duda lo es- más cerca está de ser solo trabajador. Porque los empresarios, además, son también trabajadores, esos todos lo saben, lo tienen clarísimo cada día. Solo los más grandes se distancian y no entienden el mismo idioma: hablan otro. Gracias por el comentario y la foto, Juan, muy instructiva, por cierto. Un abrazo.
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