Conocer la intrincada maquinaria que se agita bajo nuestra propia piel ha sido siempre motivo de curiosidad y de fantasía. La invención de la imprenta en el siglo XV permitió la amplia difusión de conocimientos (y desconocimientos) anatómicos, estimulando a partes iguales, entre la población culta, el morbo y la ciencia.
La invención del microscopio y sus mejoras técnicas nos abrió ventanas increíbles a un mundo de paisajes fascinantes que, siendo íntimamente nuestros, parecían venir de otro mundo: el bosque intrincado de las neuronas, los osteocitos jugando al corro (¿o bailando la sardana?), las callejuelas y las plazas de los lobulillos hepáticos, la rítmica solidaridad de los miocardiocitos...
Muchos años han pasado desde aquel De humani corporis fabrica de Andreas Vesalius, que desmontó --no sin escándalo, no sin resistencias-- el papanatismo galenista. Mucho ha llovido en Bolonia desde aquellas tardes de otoño que Malpighi dedicaba a observar el curso fluvial de los hematíes en la cola de un renacuajo. Muchas vidas dedicadas al estudio atento desde los primeros roentgenogramas fantasmales hasta que la moderna iconografía diagnóstica de alta resolución nos revela en un pispás los detalles más íntimos de nuestra estructura, sin necesidad de recurrir al "bistouri" francés o "allo scalpèllo" italiano. Han pasado muchos años, muchos siglos. Pero la fascinación persiste.
El historiador de la ciencia Prof. Michael Sappol se ha ocupado de organizar, con magnífico criterio didáctico, la exposición Dream Anatomy en la National Library of Medicine (NLM). No dejen de visitarla en: http://www.nlm.nih.gov/dreamanatomy/ .En el blog de Kircher reproducimos hoy el vídeo explicativo de la exposición, con los comentarios del Prof. Sappol, en un inglés muy asequible hasta para los que, como yo, no nos sentimos del todo muy seguros en esta lengua.
Ahí va:
Dream Anatomy from Owen D. Young, Jr. on Vimeo.
¡Esto es una maravilla, Juan!
ResponderEliminarMuy agradecido por la noticia, recibe también mis mejores deseos para este domingo que empieza.