¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Miescher y Tesla en "Traperos de ideas"

El blog TRAPEROS DE IDEAS ha publicado recientemente el perfil biográfico de dos genios injustamete olvidados: Nikola Tesla (foto de la derecha) y Friederich Miescher (a la izquierda).

Sus nombres parecen haberse disipado en el aire y, sin embargo, sin sus aportaciones no hubiera sido posible el desarrollo técnico y científico que conocemos hoy.


Ninguno de los dos recibió el Premio Nobel, lo que nos debe hacer pensar en la multitud ingente de científicos que, igual que ellos, entregan su vida a un proyecto de investigación, que incluso puede ser novedoso y esclarecedor, pero que jamás reciben el más mínimo reconocimiento oficial por su trabajo.

O sea, que el que quiera dedicarse profesionalmente a la ciencia debe saber que esto no sólo puede ocurrir, sino que es lo que habitualmente ocurre.

El suizo MIESCHER fue el descubridor del ADN, mérito que se suele atribuir injustamente a Watson y Crick, que tan sólo esclarecieron, mucho después, la estructura química tridimensional de este compuesto. Hoy las siglas del ADN están en boca de todos, pero nadie se acuerda de Miescher.

El croata TESLA fue el inventor de la corriente alterna, que, detrás de cada interruptor y cada enchufe, nos llega desde las centrales hidroeléctricas como una magia inexplicable y abastece nuestras casas de energía. Fue también, al parecer, el inventor de la radio antes de que la idea se le ocurriera a Marconi. Lo que demuestra, como indica el título del blog, que todos actuamos como traperos (y a veces también como tramperos) de ideas.

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