Kitaro es el nombre artístico del compositor y multiinstrumentista japonés Masanori Takahashi, que el domingo pasado cumplió 59 años. De pequeño aprendió a tocar la guitarra de modo autodidacta y estrenó la adolescencia fundando un grupo musical en su instituto: The Albatross. Sus compañeros de entonces recuerdan su portentosa habilidad para sustituir a cualquiera de los músicos que faltase a los ensayos, ya fuese en la batería, el bajo o los teclados. Tocaban en fiestas y clubes nocturnos.
Sus padres, sin embargo, nunca vieron con buenos ojos esta vocación musical y trataron de reconducirlo hacia otros terrenos profesionales, pero Kitaro se mantuvo firme, abandonó la casa familiar, se marchó a Tokio y decidió costearse su dedicación trabajando durante el día como cocinero o como administrativo y componiendo febrilmente al volver a casa cada noche.
En los años 70 decidió centrarse en los teclados y recorrió el mundo uniéndose a la Far East Family Band. Al regresar a Tokio, inició su carrera como solista de la corriente New Age, con extraordinario éxito. Con ayuda del sintetizador, era capaz de recrear el sonido de hasta 40 instrumentos diferentes. Pero su despegue definitivo hacia el éxito llegó con la banda sonora de la serie documental La Ruta de la Seda (Silk Road). En 2001 logra un Premio Grammy por su trabajo Thinking of You.
Matsuri ("festival" en japonés) es una composición muy marchosa de Kitaro en la que la percusión tiene gran importancia. Tiene resonancias épicas y va muy bien para acompañar estas imágenes espectaculares que nos muestran a la naturaleza en movimiento: las nubes, el agua, el silencioso crecimiento de las plantas, las manadas de grandes herbívoros de la sabana huyendo de sus predadores, la secreta migración de los cetáceos, los albatros (adultos e inmaturos) en expedición de pesca, los polos y su desierto helado, la tundra circumpolar, el deshielo que alimenta los ríos y los torrentes...
Sus padres, sin embargo, nunca vieron con buenos ojos esta vocación musical y trataron de reconducirlo hacia otros terrenos profesionales, pero Kitaro se mantuvo firme, abandonó la casa familiar, se marchó a Tokio y decidió costearse su dedicación trabajando durante el día como cocinero o como administrativo y componiendo febrilmente al volver a casa cada noche.
En los años 70 decidió centrarse en los teclados y recorrió el mundo uniéndose a la Far East Family Band. Al regresar a Tokio, inició su carrera como solista de la corriente New Age, con extraordinario éxito. Con ayuda del sintetizador, era capaz de recrear el sonido de hasta 40 instrumentos diferentes. Pero su despegue definitivo hacia el éxito llegó con la banda sonora de la serie documental La Ruta de la Seda (Silk Road). En 2001 logra un Premio Grammy por su trabajo Thinking of You.
Matsuri ("festival" en japonés) es una composición muy marchosa de Kitaro en la que la percusión tiene gran importancia. Tiene resonancias épicas y va muy bien para acompañar estas imágenes espectaculares que nos muestran a la naturaleza en movimiento: las nubes, el agua, el silencioso crecimiento de las plantas, las manadas de grandes herbívoros de la sabana huyendo de sus predadores, la secreta migración de los cetáceos, los albatros (adultos e inmaturos) en expedición de pesca, los polos y su desierto helado, la tundra circumpolar, el deshielo que alimenta los ríos y los torrentes...
Impresionante este documental. Bellísimo, ejemplo de la vulnerabilidad y, al mismo tiempo, de la fuerza de los seres vivos en el inmenso medio natural en el que deben sobrevivir. Acompañado, además, de una música sensacional. Espléndida simbiosis de imagen y sonido.
ResponderEliminarAunque ya lo conocía, Juan, gracias por difundirlo. Así se nos recuerda muy delicadamente, lo cautos que debemos empezar a ser para que estas y otras imágenes se puedan seguir disfrutado. Porque este planeta es muy débil en nuestras manos, las humanas, y, cada vez, se lo estamos poniendo más difícil, yo diría que ya demasiado: al entorno y a quienes lo habitan, incluyendo algunos grupos de nuestra misma especie.
Probablemente a alguna de estas bellas escenas estén ya condenadas a no poder repetirse en poco tiempo. De momento, las hemos disfrutado. Un abrazo.
Simplemente excelente.
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