Mientras tecleo estas líneas pienso en el ritmo de las cosas. Encuentro una idea que expresar y mis dedos repiquetean con prisa. Pienso un poco y quizá corrijo algo. Luego hay una frase que no acierto a redactar y los dedos van por el teclado con una lentitud indecisa y torpe. Es el ritmo de las cosas. El ritmo del trabajo, el ritmo de nuestros pasos diligentes o perezosos, el ritmo con que las palabras son pronunciadas y espaciadas entre silencios, el ritmo de quien respira a tu lado, dormido quizá, el ritmo cambiante de nuestro propio pulso, que se acompasa al ejercicio y a la emoción... Todo es ritmo. Y este vídeo de ecos africanos lo cuenta mucho mejor que yo... ¡y con más ritmo!
Feliz fin de semana a todos.
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