Al regresar el maestro a su casa, encuentra la puerta abierta y la habitación vacía. “Maestro, nos han despojado de todo”, dice alarmado el discípulo. Pero el maestro le sonríe, se sienta tranquilamente en el suelo y dice, señalando al cielo: “El ladrón no ha podido quitarnos lo mejor de esta casa: la luna vista desde la ventana”.
(Juan Masià, en su blog "Vivir y pensar en la frontera")
Vaya, me ha dado que pensar. Sin duda, lo más valioso es lo que no nos pueden robar, auqello que significa mucho para nosotros y por lo que luchamos incondicionalmente, como puede ser el amor, el triunfo o el simple hecho de una acción por el simple sentimiento de satisfacción por realizarla.
ResponderEliminarMe gusta mucho su blog profesor, ¡continue haciendolo tan interesante!