Le he visto actuar casi sin escenario y sin decorado alguno y me he creído lo que contaba allí como si realmente estuviera pasando ante mis narices. Resulta admirable la capacidad de este actor andaluz para interpretar, fundiéndose y con-fundiéndose con su propio personaje.
Dicen que el apelativo de "el Brujo" le viene por su pasmosa facilidad para encarnarse en los personajes y hacerlos creíbles. Reproducimos aquí un monólogo improvisado en el programa de Jesús Quintero "Ratones coloraos", en el que cuenta, con humor, las grandezas y las bajezas de la voz y de la palabra. En su discurso toma algunos gestos prestados del propio Quintero, mostrándonos su famosa habilidad camaleónica.
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