Estamos convencidos de que el profesor Juan Masià es un profeta de nuestro tiempo. Desde su provechoso exilio japonés, con la perspectiva sabia que da la distancia y con el excelente humor que le caracteriza, nos propone seis magníficas pautas de tratamiento contra el fundamentalismo católico:
1. Combatir la crispación desde el diálogo
2. Combatir el olvido desde el propio examen
3. Combatir el secretismo desde la transparencia
4. Combatir las visiones depresivas desde la esperanza en el futuro
5. Combatir el ensimismamiento, desde el acompañamiento y el consejo
6. Combatir el culto al personalismo, desde la igualdad
El profesor Masià pasará en breve por España para participar en los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Le agradecemos mucho desde aquí sus colaboraciones para el blog de Kircher, que quiere abrirse especialmente a quienes sufren injustamente los intentos de silenciamiento y de ostracismo por parte del poder religioso establecido. La Inquisición, que nada tiene de Santa, debe pasar cuanto antes a las vitrinas del museo de la vergüenza.
La historia nos enseña que la voz de los profetas no puede callarse a la fuerza, "porque si ellos callaran, gritarían las piedras" (Jn 19,40).
Terapia ignaciana para intransigentes
por Juan Masiá SJ (Tokyo)
En un simposio sobre las patologías de intransigencia e intolerancia en el interior de las comunidades cristianas, dialogaremos -en vísperas del día de san Ignacio- sobre el auge de los movimientos fundamentalistas, el aumento de brotes de extremismo discordante en el seno de las iglesias y el resurgir de la tendencia al fanatismo, la delación, las condenaciones inquisitoriales y la “descalificación pseudo-fraterna”. Servirán de hilo conductor para el debate las seis citas siguientes de los Ejercicios espirituales:
1. DESDE EL DIÁLOGO:
Contra crispación, conversación serena (Ej. 22)
A blogueros y blogueras del “infocatolicismo beligerante” les ayudaría una dosis del presupuesto de los Ejercicios espirituales: “Todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo que a condenarla; y si no la pudiere salvar, inquiera cómo la entiende, y si mal la entiende, corríjale con amor...”
2. DESDE EL PROPIO EXAMEN:
Contra el olvido, el recuerdo (Ej, 43)
La práctica del examen de conciencia educa en lo que el filósofo Agustín Domingo -en su estudio sobre Gadamer- ha llamado “la hermenéutica como arte de poder no tener razón”. Lo que en la filosofía antigua eran ejercicios de autoayuda como reflexión sobre la experiencia ética, se convierte en Ignacio de Loyola en ejercicios espirituales (1) para descubrir la presencia del Espíritu en el contexto de la propia vida con sus fallos y logros.
3. DESDE LA TRANSPARENCIA:
Contra el vicio del secreto, la virtud de comunicar (Ej. 326)
“Cuando el enemigo de natura humana trae sus astucias y suasiones a la ánima justa, quiere y desea que sean tenidas en secreto,...”
El secretismo ha hecho mucho daño a la iglesia, por ejemplo, en los casos de abusos y acosos, o en los casos de acusaciones desde el anonimato. La transparencia evita malentendidos intencionados y descubre disimulos injustos.
4. DESDE LA ESPERANZA EN EL FUTURO:
Contra la depresión presente, el ánimo futuro (Ej. 321-323)
Recomienda Ignacio que en los momentos desolados o depresivos anticipemos con la imaginación el estado de ánimo positivo que sobrevendrá en el futuro. Siglos más tarde recomendará la fenomenología de Husserl el rodeo del “paso por el tiempo” para salir de la estrechez de la perspectiva presente.
5. DESDE EL ACOMPAÑAMIENTO Y EL CONSEJO:
Contra ensimismamiento, consejo (Ej. 17)
El papel de quien acompaña al ejercitante, sirviéndole de espejo que le ayude a objetivar “las varias agitaciones y pensamientos que los varios espíritus le traen” sirve para evitar dos extremos: el subjetivismo de un ejercitante ensimismado en su autodirección y la imposición de un adoctrinamiento por parte de un director demasiado directivo. Siglos después hablará la fenomenología de Husserl de la importancia de corregirse mutuamente mediante el pensamiento dialogal en el que los interlocutores depuran la propia perspectiva mediante el “paso por el otro”.
6. DESDE LA IGUALDAD:
Contra el culto a la personalidad, el respeto a la igualdad (Ej. 364)
“Debemos guardar en hacer comparaciones de los que somos vivos a los bienaventurados pasados, que no poco se yerra en esto, es a saber, en decir: éste sabe más que san Agustín, es otro o más que san Francisco, es otro san Pablo en bondad, santidad, etc.”. No era partidario Ignacio de canonizar a las personas en vida calificándolas como “Fulano el Grande, el Magno, el Santo”. En una asamblea multitudinaria dando vivas en torno a un jerarca eclesiástico, ostentando las pancartas de un movimiento presuntamente más ortodoxo que otros, alguien preguntó durante la celebración: ¿Y donde está Jesucristo? ¿No era Él, “supuestamente”, el centro de la reunión?
NOTAS:
(1) cf. P. Hadot, Philosophy as a way of life, Bacwell, London, 1995, pp. 82, 126-7, 270.
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