El pasado 26 de agosto falleció el teólogo del ecumenismo Raimon Pánikkar. Nos dejó a los 91 años, en Tavertet, un pequeño municipio de la comarca de Osona (Barcelona) donde vivía retirado. Su casa, una antigua masía restaurada con sobriedad, está dominada por una extensa biblioteca, políglota y politemática, que se extiende por todas las dependencias. En los estantes coexisten, con fructífera armonía, los textos clásicos grecolatinos, obras en hindi y en sánscrito y publicaciones en todas las lenguas modernas europeas. Su amplio conocimiento de los idiomas era parte de su filosofía ecuménica: acercarse al otro con las palabras del otro, en su propio idioma.
Hijo de padre hindú y madre catalana, Raimon Pánikkar Alemany se doctoró en Química, en Filosofía y en Teología. Fue inicialmente miembro del Opus Dei, abandonando pronto esta formación sectaria e iniciando un proceso de formación original, que comparte las esencias del cristianismo, el buddhismo y el hinduismo, unidos a la concepción científica y secular del hombre de hoy. Impartió clases sobre Historia de las Religiones en diversas universidades de Oriente y Occidente (Harvard, California, Edimburgo, Varanasi) y dedicó su pensamiento al diálogo intercultural e interreligioso, desde un profundo conocimiento de la historia y la antropología del fenómeno religioso.
El colombiano José Luis Meza lo define como un "filósofo y teólogo; místico y maestro; políglota y poeta; cristiano, hindú, buddhista y secular; ciudadano del mundo y estudioso de las culturas y las religiones… De ideas desconcertantes y fascinantes, de su pensamiento agudo, pero problematizador, de una pluma prolija e insistente, de grandes admiradores pero también de grandes detractores”.
Descanse en paz.
Desde Japón, Juan Masià comenta la noticia de su muerte:
Querido Raimon.
Recibo la noticia de tu "extinción" (por decirlo orientalmente) cuando son las seis de la mañana en Kobe y acaba de sonar el gong del templo vecino. Me asomo a la ventana justo antes de que se extinga el lucero matutino, al que tú habrías llamado "icono del misterio" y entono por tu eterno descanso el "In Paradisum" dando gracias por tu vida.
(...)
Gracias por tu pensar fronterizo, interrogante y hermenéutico. Gracias por tu testimonio de la pluralidad unificada: Cataluña e India, prajña y seny, cuerpo-espíritu, masculino-feminidad, temporal-eternidad, místico-política, ... y un largo etcétera de polaridades unidas.
(...)
Gracias, Raimon, que tu ejemplo siga enseñándonos a saber vivir.
(Juan Masià. Kobe, Japón)
Reproducimos también un fragmento de una entrevista a Raimon Panikkar del compositor italiano Franco Battiato:
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