¿Quién era Kircher?


ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.

Fue el inventor de la linterna mágica, cartografió la Luna, las manchas solares y las corrientes marinas, ofreció hipótesis para interpretar la estructura interna de nuestro planeta, investigó el Vesubio descolgándose por su cráter, trató de descifrar los jeroglíficos egipcios, realizó experimentos de física y fisiología animal, observó la sangre al microscopio e inventó un sinnúmero de artilugios mecánicos.

Junto con Plinio, constituye el paradigma de la curiosidad científica y del gusto por el conocimiento, en cualquiera de sus formas.

lunes, 12 de diciembre de 2011

De boca en boca, de beso en beso


"Mientras que cualquier órgano --incluso el cerebro-- está especializado en una función, la boca es tal que realiza funciones tan ontogénicamente diversas como la de ser instrumento por donde entra la comida y sale la palabra... y encima besa. Curioso órgano."

(LÓPEZ MEDINA, Emilio: Pensamientos del que está de visita. Biblioteca Andaluza de Arte y Literatura. Cádiz, 2000).




El músico malagueño Tony Zenet, con la colaboración impresionante en los gestos de Raisa Burillo, nos cuenta una historia de besos. No sabría decir cuál de los dos es más elocuente. Estoy seguro de que Raisa logra transmitir toda la sensualidad desgarrada de la canción de Zenet al lenguaje de signos, como muy pocas veces se ha hecho, con momentos en que hasta parece sacar partido artístico del mimo y del ballet. El tema "Un beso de esos" pertenece al álbum "Los mares de China".

En EL PAÍS, Fernando Martín nos lo explica muy bien:

" (...) En lo musical Tony Zenet tiene un enorme poder de evocación. El que trae consigo de la herencia del bolero, de la vena del tango, del embrujo flamenco, del vacilón del swing y el jazz. Todo eso viene en la sentina de su disco Los mares de China. Pero Zenet no es de estilos puros, de ortodoxia a carta cabal; sino que la mezcla, la alquimia, el cocinar ingredientes dispares funciona en su obra musical como un reloj de bolsillo, viejo pero preciso. Zenet suena a vida normal, a pisito pequeño, a pila llena de cacharros por fregar, a amor cálido que trata de salvar a base de caricias todas las dificultades que nos plantea la vida (...)"



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