Circula por la red este curioso ejercicio de observación. Hay que encontrar un gato en algún lugar de la imagen. Pero ¿dónde está? Hemos colocado la respuesta al final de este post. (Se puede hacer click sobre la imagen para ampliarla y verla con más detalle).
La propuesta podría ser un buen ejemplo de mimetismo, o más propiamente de "criptosis", que es como se llama a la habilidad de algunos animales para difuminar su apariencia y confundirse con el entorno. Tiene su importancia, tanto si eres el predador como si eres la presa. Los cuerpos especiales del ejército lo estudian como asignatura y trabajan con la misma insistencia la capacidad de observación como de camuflaje, es decir, tanto el arte de esconder como el de encontrar.
Pero yo les propongo aquí otro modo de enfocar este test que estimo puede resultar más revelador. Lo importante no es, desde mi punto de vista, si uno llega o no a encontrar el gato. Se trata de analizar cuál es nuestra respuesta ante un reto de búsqueda. Es una forma de saber qué tipo de persona eres cuando buscas algo.
- Un observador paciente encuentra el gato tras una búsqueda atenta por toda la foto.
- Un observador sistemático dividirá la foto en cuadrículas y se detendrá primero en las filas y columnas centrales como las más probables.
- Si te falta rigor creerás ver un gato en cada sombra: “¿será esto?”
- Los faltos de curiosidad dicen: “puff, cualquiera sabe” y se rinden pronto.
- El desconfiado piensa: “¿Seguro que aquí hay un gato? ¿no me estarás tomando el pelo?”
- El fanático dice: “¡Aquí no hay ningún gato, puesto que yo no lo veo!”
- El honesto, en cambio, después de detenerse un rato dice: “Estará, si tú lo dices, pero yo no consigo verlo.”
- El bromista dice: “Pues estará en el tejado, porque ahora es época de celo”.
- Y los pragmáticos se irán directamente al final de la entrada para encontrar la solución.
¿Y tú? ¿de qué forma has buscado el gato?...
La solución:
Además de este "dime cómo buscas y te diré quién eres" que hemos propuesto, las moralejas pueden ser varias. Si repetimos el ejercicio, a mí se me ocurren por lo menos tres:
1) En la foto y en la vida, sólo es fácil encontrar algo cuando sabes de antemano dónde puede estar.
2) En la foto y en la vida es difícil encontrar algo si tienes juicios previos (o sea, pre-juicios) sobre dónde puede estar.
3) Y ¡cuidado!, porque si buscas algo con la suficiente atención puede que hasta te encuentres tú al final de esa búsqueda. Eso es lo que le pasó a Ulises, según cuenta un tal Homero.
1) En la foto y en la vida, sólo es fácil encontrar algo cuando sabes de antemano dónde puede estar.
2) En la foto y en la vida es difícil encontrar algo si tienes juicios previos (o sea, pre-juicios) sobre dónde puede estar.
3) Y ¡cuidado!, porque si buscas algo con la suficiente atención puede que hasta te encuentres tú al final de esa búsqueda. Eso es lo que le pasó a Ulises, según cuenta un tal Homero.