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Un año más, nos hemos dicho palabras de despedida. Pero quedan la amistad y los recuerdos de todo un año aprendiendo juntos. (...) Además de Biología, me hubiera gustado enseñar también otras cosas, fuera del ámbito estricto de la asignatura. Otras cosas que, lamentablemente, no aparecen en los libros de texto, al menos de forma explícita. Me hubiera gustado enseñaros a valorar más la amistad, a escuchar al otro con toda el alma, a ser personas más curiosas y más inquietas, a estar siempre de parte de los más desfavorecidos, de los que no tienen voz en este mundo, a no sucumbir al desaliento, a disfrutar con las cosas sencillas, a huir de cualquier tipo de imposición dogmática, a ser críticos y sanamente escépticos en todo, a ser, en definitiva, mujeres y hombres íntegros en un mundo que necesita urgentemente de vuestra espontaneidad de jóvenes y de vuestro esfuerzo de adultos. (...)
Puede que estas lecciones os hubieran sido más útiles que las mitocondrias, los logaritmos y la sintaxis que os hemos enseñado aquí. El mundo que os espera ahí fuera requerirá mucha resolución por vuestra parte. Es un mundo duro y poco gratificante a veces. Quizá por eso es un mundo que necesita urgentemente que personas como vosotros lo conviertan en un lugar más habitable.
(Del discurso de graduación del 1 de junio de 2007)