¿Quién era Kircher?
ATHANASIUS KIRCHER fue un sabio jesuita alemán que representó el espíritu científico del siglo XVII. Nació en Geisa (Alemania) en 1602. Profesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientales, se interesó por los más diversos temas del saber de su tiempo.
domingo, 28 de junio de 2009
Blackbird
jueves, 25 de junio de 2009
Eugenio Scalfari entrevista al cardenal Martini
Cardenal Martini: un concilio sobre el divorcio.
La Repubblica, 18 de junio de 2009.
Tiene la cara más delgada, pero sus ojos, intensamente azules, la iluminan ahora mucho más. Me mira fijamente, como para reconocerme. Hace muchos años que no nos vemos, aunque sí nos hemos escuchado y hemos podido intercambiar a distancia sentimientos y reflexiones. Han pasado trece años desde aquel debate a dos voces organizado por Vincenzo Paglia (hoy consejero eclesiástico de la Comunidad de San Egidio) en el inmenso salón del Palacio de la Cancillería en Roma, ante una audiencia repleta de sacerdotes de procedencia muy diversa, con sus trajes tan variopintos: obispos de la Santa Iglesia de Roma con sotana y capelo rojo, coptos, patriarcas de la Iglesia Oriental, pastores protestantes, anglicanos... Había también, creo recordar, cuatro monjes budistas. Y muchos jesuitas, con chaqueta negra y con la mirada puesta en la realidad, que habían venido a escuchar a Carlo Maria Martini, a este compañero suyo de noviciado y de congregación, que se había convertido en cardenal arzobispo de Milán.
El tema del debate era: “La paz y el nombre de Dios” y el subtítulo: “qué puede unir hoy a católicos y laicos”. Él planteó una premisa (formular premisas es una costumbre muy suya, con idea de delimitar mejor el tema). Dijo: “No estoy aquí para hacer proselitismo, por tanto no hablaremos de fe ni de teologías, sino de ética y de convicciones”. Por mi parte, lo agradecí mucho y en cuanto comenzó la discusión nos dimos cuenta de que estábamos de acuerdo en todo, su ética era también la mía, sólo que él la recibía desde lo alto y yo desde la autonomía de mi conciencia. Los dos nos planteábamos el problema del enfrentamiento entre el sentimiento religioso y la modernidad laica y relativista.
Desde entonces, la figura del arzobispo de Milán ha sido para mí un punto de referencia y he seguido su labor pastoral directa con los creyentes y su diálogo constante con los no creyentes, su relación con el cardenal Silvestrini, con Pietro Scoppola, con la Comunidad de San Egidio y con varios jesuitas. He leído sus libros y, en particular, las Conversaciones nocturnas en Jerusalén. Y ahora el que acaba de salir, Estamos todos en la misma barca, un largo diálogo con Luigi Verzè, fundador del Hospital de San Rafael de Milán y de la universidad que lleva ese mismo nombre. Este binomio Martini-Verzè ha extrañado a muchos amigos del cardenal. El fundador de San Rafael es un personaje de notable iniciativa, pero tiene muy poco en común con Martini. ¿Por qué le ha elegido a él como interlocutor? El cardenal responde de este modo: “Don Luigi y yo somos muy diferentes, tanto en carácter como en formación; nuestras biografías son muy distintas y también lo son nuestras visiones políticas y sociales. Lo que no sé es si don Luigi y yo tenemos las mismas soluciones frente a unos desafíos que cada vez son más difíciles. Pero estamos juntos en la misma barca, la barca de la Iglesia, a pesar de todas nuestras diferencias. Nos une un gran amor a la Iglesia, una ardiente pasión por Jesucristo como Verbo encarnado, y el deseo de que la Iglesia afronte y comprenda la sociedad moderna”.
La explicación es clara, las diferencias entre los dos se notan en el libro, pero hay un objetivo común: llamar la atención de los católicos sobre problemas que ya no pueden postergarse por más tiempo. Le pido a Martini que enumere estos problemas, por orden de importancia. “El primero, la actitud de la Iglesia frente a los divorciados, después la elección de los obispos, el celibato de los religiosos, el papel de los laicos y las relaciones entre la jerarquía eclesiástica y la política. ¿Le parecen problemas de fácil solución? ¿Podrían interesar también a un laico no creyente como usted?”.
Me mira sonriente y se reclina en la silla, que cruje y me hace temer que no esté muy firme, pero él me tranquiliza: “Es sólida, no se preocupe, soy yo, que me muevo demasiado”. La estancia en la que nos encontramos es muy sobria, una larga mesa y algunas sillas, en la residencia de los jesuitas de Gallarate. El cardenal, antes de recibirme, venía de reunirse con una cincuentena de sacerdotes llegados de los alrededores de Milán. Querían escuchar sus palabras de fe y de esperanza en medio de una sociedad cada vez menos cristiana y cada vez más indiferente. ¿Indiferente respecto a qué? le pregunto. “Ya no hay una visión única del bien. La tendencia dominante consiste en defender el interés particular y el del propio grupo. Quizá pensamos que somos buenos cristianos porque alguna vez vamos a misa o dejamos que nuestros hijos se acerquen a los sacramentos. Pero el cristianismo no es eso, no es solamente eso. Los sacramentos son importantes cuando son la culminación de una vida cristiana. La fe es importante si avanza junto a la caridad. Sin la caridad la fe se vuelve ciega. Sin la caridad no hay esperanza y no hay justicia”.
sábado, 20 de junio de 2009
¿Te apetece un paseo por la orilla del río en la China de la dinastía Song?
(Agradezco esta delicada referencia a Chantal Maillard)
miércoles, 17 de junio de 2009
domingo, 14 de junio de 2009
De la flor al ojo que la mira
viernes, 12 de junio de 2009
Perfect
martes, 9 de junio de 2009
La luna en la ventana
viernes, 5 de junio de 2009
Otras visiones de la política europea:
Página web del partido PUM+J
ANTE LAS ELECCIONES EUROPEAS:
Ante la proximidad de las Elecciones Europeas, publicamos aquí estas reflexiones realizadas desde las comunidades de base de la Iglesia de Madrid:
¿QUÉ EUROPA QUEREMOS?
IGLESIA DE BASE DE MADRID, 03/06/09
ECLESALIA, 05/06/09.-
1. La crisis que nos agobia. Sufrimos una crisis que, iniciada en la banca de EE. UU., está afectando gravemente a nuestra sociedad. Esta crisis, de carácter mundial, afecta especialmente entre nosotros a la vivienda, la sequía del crédito y el frenazo al consumo, multiplicando el paro hasta niveles nunca vistos.
2. La crisis castiga más a los que menos tienen. Mientras las fortunas se reducen pero resisten, el paro se cierne sobre los sectores populares, los inmigrantes y la clase media, y las pequeñas y medianas empresas, los autónomos y sus familias ven cerrado el crédito. Los ricos poseen un poco menos pero a los pobres no les alcanza para vivir. Siendo una crisis creada por el sistema capitalista, acaban, como siempre, pagándola los pobres. Ya son, según la Secretaría de Estado de Empleo, 4,7 millones de personas jóvenes, de media edad y mayores sin trabajo. Sin hablar del millón largo de familias con todos sus miembros en paro. Millones de compatriotas vagan de una oficina a otra, telefonean, lloran, escriben, se entrevistan en vano. No hay trabajo. Las cifras tapan el drama de cada una de estas personas y familias.
3. La crisis castiga aún más a los inmigrantes. Su situación es ciertamente angustiosa. Muchos trabajaban en un sector inmobiliario casi hundido; otros, como temporeros en el turismo, que ha dado un bajón en la mayoría de las zonas; otros, en el campo al que ahora vuelven los nacionales; y otros, en el servicio doméstico donde las familias recortan gastos y piden papeles que muchos aún no tienen. La Directiva de Retorno o de la Vergüenza deporta a 500.000 al año a terceros países, con la prohibición de volver a la UE en 5 años. Y países como Italia y España están criminalizando la hospitalidad con los inmigrantes.
4. Visión desde el Evangelio. Si miramos esta situación desde el Evangelio, descubrimos que es justamente la contraria al cuidado del otro, a la compasión y la hospitalidad que se desprenden de los gestos de Jesús. Él abrazaba a los niños, bendecía a los marginados, amaba a los pobres. La memoria subversiva de estos gestos la recogen fielmente sus primeros seguidores en expresiones como éstas: “no podéis servir a Dios y al capital”; o "tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba sin papeles y sin trabajo y me disteis hospitalidad" (Mt 25)
5. Importancia de tu participación en las Elecciones Europeas. Si la crisis es mundial, también en Europa estamos éticamente obligados a participar a fondo en la búsqueda de salidas desde todos los ángulos posibles. En concreto, como Iglesia de Base de Madrid, queremos una Europa:
- Que se tome en serio la actual crisis global, que puede ser comienzo de una nueva era y que, en modo alguno, permite “regenerar” otra vez el mismo sistema capitalista que la ha engendrado; su profundidad nos está exigiendo superar las causas que la han provocado y crear un sistema nuevo que, partiendo del multiculturalismo existente, camine hacia una interculturalidad que respete la diversidad y elimine las discriminaciones por razones de clase, género, etnia, cultura, religión, procedencia geográfica, etcétera;
- que apueste por los ciudadanos y los pueblos antes que por el capital y los paraísos fiscales; por el Estado y los derechos democráticos de las sociedades antes que por el mercado; por la equiparación de los derechos sociales y el estatuto de los trabajadores antes que por la deslocalización de las empresas y la explotación de la mano de obra barata; por los servicios públicos en alimentación, educación, sanidad universal y vivienda protegida, antes que por los privados. Pues el derecho inalienable que asiste a los ciudadan@s en su conjunto es anterior a la pérdida de calidad de vida para una minoría que ha identificado bienestar y consumo;
- que se tome muy en serio la defensa del Planeta -casa común en la que toda la cadena de la vida es ecodependiente-, abocada a la muerte por un desarrollo no siempre necesario y sometida a permanente explotación salvaje y a la injusta apropiación por los ricos de los recursos de los países más pobres.
- Apostamos por una Europa que, haciendo memoria selectiva de su vasta y ambivalente cultura, se implique, más que en una nueva colonización del mundo por medio de sus transnacionales, en la calidad humana de todas las vidas, la educación técnico-científica y la hospitalidad con los excluidos de los pueblos y continentes empobrecidos.
- Rechazamos los tratados comerciales de la UE con los gobiernos de los pueblos empobrecidos de África y América Latina que han profundizado el desmantelamiento de la producción agrícola, el desempleo, la violencia, la migración y la pobreza en todas sus dimensiones. Y apoyamos una Europa que haga frente a esta catástrofe humanitaria implicándose en las justas reivindicaciones de los pueblos.
- Rechazamos el militarismo creciente en la UE que, asociado a la OTAN, se dispone a intervenir en cualquier parte del globo en defensa de los intereses económicos de las empresas transnacionales y de la dominación política del capitalismo neoliberal.
Ante las elecciones al Parlamento Europeo del 7 de junio, Iglesia de Base de Madrid te invita a movilizarte políticamente, participando con tu voto en las urnas o expresando públicamente de otro modo la idea de Europa en la que crees y por la que luchas. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).